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UN NOBEL EN GUATEMALA

 

Luis Figueroa*

 

Como yo crecí con el convencimiento de que no se pueden hacer experimentos en las ciencias sociales; y de que las matemáticas, en la ciencia económica, son poco menos que brujería, me llamó mucho la atención la visita de Vernon L. Smith, a la Universidad Francisco Marroquín.

 

El doctor Smith es nada más, y nada menos, que “el padre de la economía experimental;” y visitó la UFM para recibir un doctorado honoris causa en Ciencias Sociales. El 25 de marzo de 2004, día de su investidura, el doctor Smith habló sobre What is experimental economics;  charla que puede ser vista y escuchada aquí.

 

Según una entrevista para la revista Reason, reproducida y traducida[1] por el Centro de Estudios Económico Sociales (CEES),  Smith “comenzó como un socialista empedernido que creía que la buena sociedad era aquella en la que algunas personas inteligentes hacían la mayoría de las decisiones sociales, económicas y políticas.  Con el paso de los años gravitó hacia una posición libertaria que sostiene que los individuos deberían ser tan libres como sea posible para tomar sus propias decisiones”; y en ese sentido me identifico plenamente con él. 

 

En esa entrevista, Smith explicó que “sabemos que los mercados son eficientes.  Nos gustaría ver si podemos inventar mecanismos de mercado que puedan ser aplicados donde nunca antes han sido utilizados…” y añade que sus amigos y él han desarrollado técnicas para diseñar mecanismos de mercado que deberían funcionar en el mundo real. Y he aquí la genialidad: Smith admite que “no confiamos en nosotros mismos sin hacer experimentos.  Los experimentos son los medios por los cuales probamos nuestro conocimiento. Siempre aprendemos cosas y terminamos haciendo cambios a nuestras instituciones modelo, nuestras reglas y nuestros resultados.”

 

En ese sentido vale la pena recordar las palabras del Smith cuando recibió aquél galardón: “Deseo agradecer a F. A. Hayek por enseñarnos que un economista que sólo es un economista no es un buen economista…que la razón utilizada debidamente reconoce sus propias limitaciones y que la civilización descansa sobre el hecho de que todos nos beneficiamos de conocimientos que no poseemos (en cuanto individuos).”

 

Evidentemente, Smith y sus colegas evaden la fatal arrogancia de creerse directores de una orquesta social; y sin embargo son capaces de aportar ideas y herramientas para llevar el mercado a áreas como el sistema de generación y distribución de energía eléctrica, o de agua, y al de aeropuertos.  Por eso es que su visita a Guatemala despertó curiosidad e interés y fue entrevistado para el programa de radio Todo a Pulmón; y para el diario Prensa Libre.

 

Aquí, en Guatemala, no necesitamos las viejas recetas que han fracasado en otras partes.  Necesitamos ideas frescas, que no contradigan a la naturaleza y que favorezcan la creatividad.  ¿Usted, qué cree?

 

Durante su estancia en nuestro país, Smith se reunió con estudiantes, académicos, empresarios y funcionarios.  Los participantes en el II Seminario Interuniversitario de Economía para la Política, en el que participan alumnos de 7  universidades[2], tuvieron la oportunidad de escuchar su conferencia titulada Experimental Economics and Public Choice, y de relacionar las experiencias de Smith con el Análisis Económico de las Decisiones Públicas.

 

El doctor Vernon L. Smith, ganador del Premio Nobel, 2002,  “por establecer el uso de métodos experimentales en el análisis económico,” es el cuarto Premio Nobel que visita la Universidad Francisco Marroquín para recibir un doctorado honorífico.  El primero fue Friedrich A. Hayek, en 1977; le siguió Milton Friedman, en 1978; y luego James M. Buchanan, en 2001.  A este último, por cierto, tuve la oportunidad de conocerlo durante el Advanced Diploma in Market Processes que organizó la UFM con la Foundation for Economic Education, de Nueva York en enero y junio del aquel año.

 

La visita de Smith fue oportuna porque los guatemaltecos  estamos tratando de salir de las aguas negras del populismo; y porque necesitamos, desesperadamente, dejar de hacer lo mismo y esperar resultados diferentes.

 

* Luis Figueroa es columnista del diario guatemalteco Prensa Libre; y profesor auxiliar de Filosofía Social en la Universidad Francisco Marroquín, Guatemala.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1] Vernon L. Smith. El economista experimental. CEES, Tópicos de Actualidad, Número 914. www.cees.org.gt

[2] Participaron las universidades del Valle de Guatemala, del Istmo, Galileo, Mariano Gálvez, Mesoamericana, Rafael Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín.

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