LA MÚSICA COMO PAIDEIA, EN JAEGER;

 EN LA ALTA PAIDEIA Y EN LA BAJA PAIDEIA

 

POR

ÓSCAR EDUARDO PALACIOS ARRIOLA

 

 

                                                

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Guatemala, Noviembre de 2,012

                                                    

 

 

 

 

I N D I C E

                                                                                                                                                         Página

  PREFACIO………………………………………………………………………………………………………………………….2             

1.       ¿QUÉ ES LA PAIDEIA?……………………………………………………………………………………4

 

1.1   LA ALTA PAIDEIA………………………………………………………………………………………………4

1.2    LA BAJA PAIDEIA……………………………………………………………………………………………..4

       2.  ¿QUÉ ES LA MÚSICA EN LA ALTA PAIDEIA?………………………………………………………..4

              2.1 LA CULTURA MÚSICA…………………………………………………………………………………………5

       3. ¿QUÉ ES LA MÚSICA EN LA BAJA PAIDEIA?…………………………………………………………8

              3.1 LA MÚSICA COMO PAIDEIA DE LOS PUEBLOS…………………………………………………….8

PERORACIÓN……………………………………………………………………………………………………………………..12

BIBLIOGRAFÍA Y DEMÁS FUENTES DE CONSULTA…………………………………………………………………13

 

 


 

 

P R E F A C I O

Se abordan aquí dos conceptos fundamentales de la Música: 1) El concepto filosófico en la mitología de los antiguos griegos, que es complejo, poco conocido y poco difundido; y 2) el concepto estético actual, como expresión artística, y que es de mayor accesibilidad. Ambos conceptos se visualizan en el pensamiento griego, específicamente en el campo de la PAIDEIA.

Los griegos, a partir del siglo IV a.C., denominaron PAIDEIA a todas las formas y creaciones espirituales y al tesoro entero de su tradición, igual que ahora puede llamarse Building (“Construcción”, en inglés) o, con la palabra latina, CULTURA. “En la PAIDEIA halla el espíritu griego su compensación más alta: la conciencia de su propia eternidad” (  Jaeger. 1995: 369).

Platón es el verdadero filósofo de la PAIDEIA y debe ser considerado como la culminación de toda la Historia de la PAIDEIA.

Cuando se empieza a hablar sobre el tema de la Música, inevitablemente y de forma inmediata, aparece en nuestra mente y en nuestro ánimo el sonido de diversas notas musicales, de cualquier clase de música, acorde a nuestra cultura y experiencia estética, a veces antigua, medieval, renacentista, barroca, clásica o absoluta, romántica, moderna, compleja,  simple o hasta popular. Eso es natural. En este momento nos estamos refiriendo  a la Música como sonoridad  y que se puede conceptualizar como: “El arte de combinar armónicamente los sonidos” ( Rowel. 1987: 33) . Y hasta se afirma que  todo lo que perciben nuestros oídos: los ruidos y los sonidos (*)( Diccionario de Música. 1990: 290)  han existido antes del hombre, en el hombre mismo, fuera del hombre, y después del hombre; es decir, los ruidos y los sonidos han existido con o sin el hombre. Pero la Música,  propiamente, existe sólo con el hombre, ya sea concebida como expresión de la PAIDEIA, que es la primera concepción de la Música y que no se relaciona con la sonoridad, como se explica adelante, o como manifestación artística que fue posterior y que es la que la mayoría maneja en la  actualidad, ya que ambas concepciones son idea y creación del espíritu humano.

En este trabajo se enfatiza el concepto de la Música como  Paideia, en la ALTA PAIDEIA  y en la BAJA PAIDEIA. Es el concepto más complejo y el menos difundido y empieza por ser un misterio filosófico porque se refiere a la Música  que no se escucha, sólo se piensa y se comprende como idea filosófica en la mitología griega, especialmente en la ALTA PAIDEIA . Por supuesto que, además, se hace referencia al concepto de la Música como arte, a la música audible. Ambas son parte de la PAIDEIA.

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(*)  El ruido es una vibración no periódica. El sonido, en física, es cualquier fenómeno que involucre la propagación de ondas  elásticas (sean audibles o no), generalmente a través de un fluido u otro medio elástico que esté generando el movimiento vibratorio. El sonido no es un objeto que se mueva en el aire sino una sensación creada en el cerebro al percibir ligeras vibraciones  en el aire; viaja a una velocidad de 340 ms./seg. En teoría musical, el sonido, al igual que el silencio, es la parte fundamental. Sin el sonido la música audible no existiría. La dimensión de la música es el tiempo y su medio de expresión es el sonido.

                  

El presente estudio, que es de carácter monográfico, está basado en la obra:  LA PAIDEIA: Los ideales de la cultura griega, del filósofo alemán Werner Jaeger, editado por el Fondo de Cultura Económica, en México en el año 1,995 y que consta de 1,151 páginas y  constituye una amplia y profunda investigación  histórica de la cultura helenística.  El  estudio fue reforzado con otras obras y fuentes de consulta que tratan de la Música  en sus diversas concepciones.                                                                                                                                                                      

 

1.       ¿QUÉ ES LA PAIDEIA?

Leyendo a Jaeger, la  Paideia se interpreta como algo singular en la vida del antiguo pueblo griego;  es  análisis y a la vez síntesis  del alma del ideal griego. Y para penetrar en el alma del ideal griego hay que considerar  la historia del hombre,  o sea,  la historia de la filosofía, de la pedagogía, de la cultura, y la mitología griegas; es decir, la misma Paideia , término éste que, al igual que el de Filosofía, no se puede encasillar en una fórmula ni reducirlo a un concepto simple y concreto.

Esto es un asunto de comprensión, de captación espiritual de la cultura griega, de su mito, de su sentimiento, de su historia, de su educación, de su forma y práctica de vida y, además, de su relación con la realidad y con la naturaleza. Es la formación del hombre griego en su carácter peculiar y en su desarrollo histórico. Y es, además, la personalidad nacional (Jaeger.1995: 6).

 

La Paideia del Período Antiguo  estaba contenida y expresada en la poesía de sus poetas Homero, Hesíodo, Tírteo, Teognis, Píndaro, Esquilo, Sófocles.  La Paideia del Período Clásico, en Sócrates, Eurípides, Aristófanes, Tucídides, Protágoras, Platón, Aristóteles.

 

La palabra Paideia aparece hasta el siglo V y originalmente significaba “la crianza de los niños” (Jaeger. 1995: 20).

“El cosmos espartano era un sistema consciente y consecuente que creía a priori, según la tradición,  que el más alto fin del Estado era la paideia, es decir la estructuración sistemática y por principios de la vida individual,  de acuerdo con normas absolutas” (Jaeger. 1995: 90).

 

1.1 LA ALTA PAIDEIA

 Reúne el mito griego con sus creencias por los dioses, con Zeus en la cúspide, Apolo, Júpiter, Marte, etc., y el pensamiento e imaginación creativos y reflexivos de sus poetas y filósofos, expresados en la solemnidad de sus mitos, tradiciones, creencias y formas de ver el mundo.

1.2  LA BAJA PAIDEIA

Ya no es la creencia mitológica, ni el pensamiento de los poetas, ni la idea del filósofo, intangible todo esto. Es ahora el espíritu del hombre griego que se manifiesta en el ethos objetivado en su actividad plena, es decir en la educación, en el trabajo, en la vida de la ciudad, en la vida del campo, en las leyes y la justicia, en el Derecho, en la gimnasia, en la guerra.

 

2.       ¿QUÉ ES LA MÚSICA EN LA ALTA PAIDEIA?

Aquí la música es parte del mito griego. Empieza por ser un misterio filosófico, porque no es el concepto cotidiano actual de sonidos combinados que nos hacen oír  una sinfonía o una simple melodía. En la Alta Paideia, la música es la que no se oye, sino se concibe en la mente griega como una idea y como una convicción del espíritu; sólo se comprende.

Pitágoras (500 años a.C) y los pitagóricos concebían la música como la armonía de las esferas. Aproximadamente diez siglos más tarde, ANTONIO MANLIO SEVERINO BOECIO (480-520), filósofo del último período romano, representante del neoplatonismo, en su tratado “De institutiones Música”, divide la música en tres géneros: 1) La música Mundana, 2) La música Humana y 3) La música Instrumental.  La música Mundana, dice, al igual que Pitágoras, que es la que no podemos escuchar porque somos imperfectos, es la verdadera y las demás sólo son un reflejo de ella  ( Internet. Google. Página: Filosofía de la Música. José Peñaloza. Wikipedia).

 

Los pitagóricos llaman a la música la armonización de los opuestos, la unificación de las cosas dispares y la conciliación de lo contradictorio. La música, dicen, es la base del acuerdo entre las cosas de la naturaleza y del mejor gobierno en el universo. Normalmente, pues, supone la forma de la armonía en el universo, del gobierno legal de un Estado y de un modo razonable de la vida en el hombre. La música, así, acerca y une. Es Pitágoras el que crea el concepto de “armonía” extraído de investigaciones matemático-musicales y es o va a ser el fundamento de la doctrina pitagórica (“Harmonics” era el nombre que los griegos daban a la ciencia de los sonidos proporcionados y “Harmoniai” (plural), era el término colectivo usado para sus escalas musicales (Rowel. 1987: 49),  La armonía expresa la relación congruente de las partes al todo, pero en teoría musical actual, la armonía es el sonido de dos o más notas producido en forma simultánea.

 

2.1   LA CULTURA MÚSICA

Los griegos antiguos hablaban de una “Cultura Música” que no es lo mismo que una “cultura musical” o “Educación Musical”. La estructura  de la crítica platónica de la “Cultura Música”, se divide en dos partes fundamentales, según Platón: 1) sobre los mitos y 2) sobre el estilo del lenguaje.  (Jaeger. 1995: 615).  La Cultura Música de los griegos comprende el sentido de la música que no se oye en la mitología de la Paideia del período antiguo pero que en la Paideia del período clásico se encuentra en la poesía y en el ideal griego de la ciudad. La Cultura Música conduce a filosofar y se presenta como parte de la propia naturaleza como una necesidad de expresar lo que se siente y piensa. Por eso, Platón exige que para educar se comience por la formación del alma, es decir por la música , eso era referente a la formación de “Los Guardianes”  que en el ideal griego eran los mejores hombres para gobernar, dirigir y custodiar la ciudad, hombres bañados de areté que es aquel atributo propio de la nobleza, como la capacidad,  el vigor y la salud que son areté del cuerpo, y la sagacidad, penetración, belleza, valentía y bondad que son la areté del espíritu (Jaeger. 1995:  21 y 23). Jaeger adjudica a los griegos (Jaeger. 1995: 604), la idea de que la música no abarca sólo lo referente al tono y al ritmo, sino también la palabra hablada o sea el Logos. La poesía  griega y la música, en las objeciones de Platón en el sistema de la Paideia griega, en la República, dice que habían sido consideradas siempre como las bases de la formación del espíritu y englobaban también la educación religiosa y moral (Jaeger. 1995: 606). La Cultura Música es parte de la Paideia griega y está relacionada con la armonía en el hombre, con la armonía en el Estado y con la armonía en la creencia de los dioses. Recordemos que es Platón el creador de la palabra “Teología” y aparece por primera vez en la historia del espíritu humano en la República cuando habla de los tipos de teología o sean los esquemas para toda clase de testimonios acerca de la esencia y la acción de los dioses.

 

La poesía y la música  son, desde el punto de vista de la cultura griega, hermanas inseparables, hasta el punto de que una sola palabra griega abarca los dos conceptos. Pero, tras las normas que se refieren al contenido y a la forma de la poesía viene la música en el sentido actual de la palabra ( Jaeger. 1995: 617).

Para los griegos la música y el ritmo son esencias de la poesía para que la palabra pueda expresar la sensación humana.  Tanto  que Platón establece como ley suprema que debe presidir esta cooperación de la trinidad del Logos, la Armonía y el  Ritmo, la norma de que el tono y la cadencia deben hallarse supeditados a la palabra. Con esto declara ipso facto que los principios proclamados por él para la poesía rigen también para la música ( Jaeger 1995: 618), lo que hace  posible examinar conjuntamente desde un solo punto de vista la palabra, la armonía y el ritmo. La palabra es la expresión inmediata del espíritu y éste debe dirigir. El estado de cosas que la música griega de su tiempo brindaba a Platón no era éste ciertamente. 

 

Así como en la escena el espectáculo domina sobre la poesía y ha creado lo que Platón llama la teatrocracia, en los conciertos la poesía era la servidora de la música. Los relatos de la música de aquella época coinciden en censurar en ella la tendencia a embriagar los sentimientos y espolear todas las pasiones. “ La música emancipada se convierte en demagoga del reino de los sonidos” (Jaeger. 1995:  618).

 

De la teoría del ethos en la armonía y el ritmo se deriva lo que Platón enseña acerca de la selección de las armonías a saber, que sólo son aceptables aquellas armonías que expresan el ethos del hombre valiente o del hombre sereno, por lo que la teoría del ethos se erige en el principio común tanto de la Paideia musical como de la Paideia rítmica (Jaeger. 1995: 620).  Inseparable de la armonía es el ritmo o sea el orden en el movimiento (Jaeger. 1995: 620).

 

Aristóteles también desarrolló la teoría del ethos en la música (en el Libro Octavo de su Política), pero en grado mayor que su maestro. Afirma el contenido  ético tanto de la música como del ritmo y deriva precisamente de él la importancia que ambos tienen para la educación. Ve en el ethos de las armonías y del ritmo el reflejo de actitudes del alma de diverso valor y plantea el problema de si estas cualidades que percibimos mediante la apreciación acústica y a la que le damos el nombre de ethos, se presentan también en el campo del tacto, del gusto o del olfato. Aristóteles tenía la tesis de que el oído es, en los sentidos humanos, el órgano espiritual por excelencia, mientras que Platón asignaba al ojo la afinidad suprema con el espíritu (Jaeger. 1995: 621). Aunque el arte y la artesanía contribuyen conjuntamente a crear el clima espiritual, “lo músico” sigue siendo el alimento verdaderamente cultural (Jaeger. 1995: 623). Platón afirma que “lo músico” tiene primacía sobre las otras artes en la Paideia griega, ya que el ritmo y la armonía “son los que más  hondo penetran en el interior del alma y los que con más fuerza se apoderan de ella, infundiéndole y comunicándole  una actitud noble” (Jaeger. 1995: 623). Pero no considera lo músico superior  a las demás artes sólo por su dinámica anímica, sino también porque educa al hombre para percibir con una precisión incomparable lo que hay de exacto o defectuoso en una obra de belleza y en su ejecución. Una persona educada en lo músico, por el hecho de asimilarlo espiritualmente, siente desarrollarse dentro de sí, desde su juventud y en una fase inconsciente todavía de evolución,  una seguridad infalible de goce de lo bello y de odio a lo feo que más tarde lo capacita para saludar con alegría como algo afín a ella, al conocimiento consciente, si este se presenta.

 

Sócrates dice que cuando conocemos las letras del alfabeto en todas las palabras y combinaciones que con ellas puedan formarse, dominamos la escritura en el pleno sentido de la palabra. Del mismo modo, podemos decir que sólo tenemos una cultura “Música” en el sentido pleno del vocablo cuando sabemos percibir y apreciar debidamente siempre y en todas sus manifestaciones, en lo pequeño y en lo grande, las “formas”  del dominio de sí mismo y de la prudencia, de la valentía y de la generosidad, de la distinción y de cuanto con ellas se relacional, al igual que sus manifestaciones reflejas (Jaeger. 1995: 624).  El objetivo de Platón es la ciudad sana y enjuta, la ciudad todo nervio que fue “en un principio” no la ciudad obesa y llena de grasa que vino “después” y en la que tiene que haber cabida para médicos y cocineros. En la música vemos con mayor claridad todavía que en la reducción de la poesía a ciertos “tipos” que Platón no se propone precisamente trazar una teoría completa del arte. En ese entonces, la melodía lídica-mixta y la lídica-tensa eran adecuadas a la lamentación y al duelo.  Sócrates,  por su parte, decía que desea ver conservado únicamente aquel tipo de melodía en que se limite el tono de voz y el acento del guerrero en presencia del peligro, las heridas y la muerte o del hombre pacífico de carácter sereno y conducta mesurada (Jaeger 1995: 619). Y lo mismo que las melodías ricas se abandonan también la riqueza de instrumentos musicales (Jaeger. 1995: 619). Finalmente, la melodía y el ritmo del Estado ideal son el orden en que viven sus habitantes. El ritmo de los hombres es su conducta en la polis (Jaeger. 1995:126).  Para comprenderse mejor esta  analogía puede decirse que una sinfonía de Mozart es la melodía de Viena y que una ciudad desordenada no tiene ritmo.

 

Platón da el nombre de “Estado Sano” a una de las fases de desarrollo: la de la estructura de la sociedad originaria, simple e integrada sólo por los artesanos y las profesiones más necesarias. La solución natural del doble problema de la formación del cuerpo y el alma del hombre es para él la Paideia  de la antigua Grecia, con su división en gimnasia y música, Paideia que retiene, por tanto, como base (Jaeger. 1995:603). La armonía del mundo es un concepto complejo en el cual se hallan comprendidos lo mismo la representación de la bella concordancia de los sonidos en el sentido musical que la del rito de los números, la regularidad geométrica y la articulación teutónica. Es incalculable la influencia de la idea de armonía en todos los aspectos de la vida griega de los tiempos posteriores. Abraza la arquitectura, la poesía y la retórica, la religión y la ética.

 

3.       ¿QUÉ ES  LA MÚSICA EN LA BAJA PAIDEIA?

Aquí, la música empieza por trasladarse al hombre griego en su formación espiritual y educativa, en sus ideales como hombre para la guerra, para la ciudad, para gobernar. Esta música forma parte del espíritu del hombre griego como armonía pero también como sonoridad, como estímulo a su deleite y como provocación a sus actitudes individuales, colectivas y sociales.

Boecio en su clasificación antes citada nos lo explica didácticamente cuando afirma que, además de la música Mundana (que es la armonía de las esferas), existe la música Humana que es la unión armónica del alma con el cuerpo, y la música Instrumental, que es el hecho de producirla instrumentalmente (con la boca o el cuerpo, con liras, arpas, etc.), es decir instrumentalmente, y es la que se escucha no con el alma sino con los oídos.

Antes de Platón, la poesía y la música habían sido consideradas siempre como las bases de la formación del espíritu y englobaban la educación religiosa y  moral. Platón denomina a la Gimnasia y a la Música como “la antigua educación”;  en “La República”, libro III, nos habla de la educación de los custodios del Estado, es decir de los “Guardianes” y dice que éstos deben formarse en tres disciplinas: La Música, para formar el alma, La Gimnasia, para formar el cuerpo y La filosofía para formar el carácter dulce con sus amigos y conocidos. Finalmente, afirma que la música es alimento para la virtud y por eso “toda conversación sobre la música debe llevar a lo hermoso”.

Aristóteles cuando toca el tema de la música en “La Política”, gira en torno a la educación pero superando a su maestro Platón lo traslada no sólo a los guerreros sino a toda la niñez y juventud griegas y señala lo que debía enseñarse: La lectura, la escritura, la gimnasia y la música. Afirma que la música estimulaba el decoro del ocio,  el cual es el principio de todas las cosas ya que la música contribuye al reposo, que da placer y la virtud de gozar, amar y odiar rectamente.

Entonces aquí ya vamos encontrando la explicación del por qué de las siete artes liberales (el trívium= gramática, dialéctica, y retórica; y el cuadrivium= aritmética,  geometría, música y astronomía).

              3.1. LA MÚSICA COMO PAIDEIA DE LOS PUEBLOS

              La palabra “Música” proviene del término griego “Musiké”  o “Musa”,  que era el grupo de las nueve personas míticas femeninas que inspiraban a los artistas. Las musas eran dirigidas por su jefe Apolo y tenían la misión de entretener a los dioses en las comidas (Rowel. 1987: 47).

Siempre ha sido dificultoso definir la música, mayormente en su visión filosófica. En su visión artística actual también presenta dificultad, pero en menor grado, aunque sea comprendida y sentida por todo el mundo. Algunas concepciones y criterios diversos sobre la música como idea cultural y como arte, son estas:

 

1)      Platón decía que cuando las formas de la música cambian, las leyes fundamentales del Estado cambian con ellas (Internet. Google. Página: Género Musical, Wikipedia),

2)      Martín Lutero afirma que la música gobierna al mundo, endulza las costumbres, consuela al hombre en la aflicción. Es hija del cielo y el más glorioso don de Dios. Es una disciplina; es una educadora. Hace a las gentes más dulces, más morales, más razonables (Internet. Google. Página: Género Musical.  Wikipedia).

3)      Aureliano de Ruome, monje benedictino francés del siglo IX ofrece una concepción musical. Dice que la música es una ciencia de la modulación, justa conforme al sonido y al canto y, de acuerdo con Pitágoras, dice que hay una relación entre movimiento de los cielos, la música y los números (Internet. Google. Página: Género Musical. Wikipedia).

4)      Ucbaldo, en su tratado de música del siglo X, “Schola Enchiriadis” afirma que la música está ligada a la matemática, la geometría y la astronomía (Internet. Google). Página: Género Musical. Wikipedia)

5)      En la primera mitad del siglo XIX, Artur Schopenhahuer, en su obra “El mundo como voluntad y representación”, expone una jerarquía de las artes. La arquitectura es inferior; la música es de un  orden superior, está más allá de la jerarquía. Dice que “una física y metafísica sin ética corresponde a una armonía sin melodía, puesto que el ethos es el carácter de la armonía, es decir, el ethos es el carácter de una comunidad, de un pueblo (Internet. Google. Página:  Género Musical.  Wikipedia).

6)      Teodoro Adorno trata el tema de la música en más de la mitad de sus obras. Afirma que la música y la pintura son lenguaje que hablan más claro en tanto el arte es más elaborado. Advierte que cada arte debe mantenerse autónomo y que la música y el arte convergen por medio de la estética en la filosofía (Internet. Google. Página: Género Musical. Wikipedia).

7)      Vladimir Lenin sostiene que una manera rápida de destruir la sociedad, es a través de la música. Pero también es una forma de ennoblecer la sociedad (Internet. Google. Página: Género Musical. Wikipedia).

8)      Howard Hanssen dice que la música es un poder, una fuerza para el bien o para el mal, que puede ser vulgar, suave o vigorizante, noble, filosófica u orgiástica (Internet. Google. Página: Género Musical.  Wikipedia).

9)      Jaeger dice que “los verdaderos representantes de la Paideia  griega no son los artistas “mudos”, o sean los escritores, pintores, arquitectos, sino los poetas y los músicos, los filósofos, los retóricos y los oradores, es decir los hombres de estado” (Jaeger. 1995: 15).

10)   Eckardt van der Hoogen, dice que “La música es el arte de combinar los sonidos” (Hoogen. 2004: 69).

 

11)   Lewis Rowel en su Introducción a la Filosofía de la Música dice que “La música  es un objeto filosófico; es el arte de crear un devenir  estructurado y audible. Ocupa un volumen, es espacial y a la vez temporal. Pero también es más. Es expansiva, insistente, un devenir cabal  con forma sonora producido por el hombre” (Rowel. 1987: 33).

 

12)   Una concepción final podría ser esta: es el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos (DOCE MIL GRANDES. Enciclopedia Bibliográfica Universal. Música. 1982: 184).

La Paideia, finalmente, es cultura, es educación, es el espíritu de la comunidad, de los habitantes que conforman un pueblo, es la dirección de la vida humana bajo el hilo del Logos manejado por la mano de Dios. También es pedagogía, es la educación de los sentimientos de lo agradable y lo desagradable, que sirve de base a la sinfonía de la razón (Jaeger. 1995: 1,033). Paralelo a ello, la música también es cultura, es un concepto y un producto de lo humano que radica en el espíritu, es el pathos del hombre y de la comunidad que se manifiesta en el ethos, en la algarabía de la fiesta, en la solemnidad de los ritos, tradiciones, creencias y costumbres, en el júbilo del triunfo, en los ideales de libertad, en la competencia, en el duelo, en el pesar, en la guerra, en la paz, etc., etc., y por eso, la música, sea culta o seria, académica, docta, sencilla o compleja, sacra, folclórica, autóctona o popular, etc., es fundamentalmente paidéica.

  En los primeros 100 años del cristianismo  aparecen los primeros cantos cristianos que eran monofónicos; en el siglo VI ese canto pasó a ser canto gregoriano aprobado por el Papa Gregorio Magno. El canto monofónico llano o gregoriano que es la música católica de carácter litúrgico, se denominó música gregoriana propia de la Edad Media y su ejercitación ayuda a conseguir un fin más elevado que es  la salvación del alma. Con la música Polifónica en el Renacimiento (1,450-1,600), lo nuevo es el temperamento (lo que es la psiqué del hombre; lo que está conectado con sus sentimientos y emociones, su forma de ser), y es J.S. Bach quien trabaja sobre este aspecto. Esto ocurre cuando nace el humanismo en sus diferentes manifestaciones culturales. En el período Barroco (1,600-1,750) hay grandes cambios políticos en Europa. Galileo, Kepler  y Newton estaban descubriendo nuevas formas de explicar el universo. Surge el sistema de Patronatos en el que el patrón pagaba al artista por cada obra y decidía qué tipo de música, en este caso, debía componer. En los años del Período Clásico (1,730 o 1,750-1820) se vivieron grandes cambios en el mundo. La Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas cambiaron la faz de Europa. El público en general tuvo más acceso a la cultura participando más en las actividades artísticas. El Sistema de Patronatos empezó  a desaparecer y fue reemplazado por los primeros conciertos públicos para el placer de disfrutar la belleza de la música. Más tarde, con el Romanticismo (1,815-1,910) que fue una época de cambios y revoluciones en todos los campos del pensamiento, éstos motivaron formas libres en la música, surgiendo los estilos nacionales que retomaron sus respectivos folclores. Los compositores expandieron las formas musicales existentes y desarrollaron nuevas formas para expresar su propia personalidad. Los músicos Románticos lograron reunir la poesía con la música, las óperas exponían dramas humanos más que mitológicos, simbólicos o platónicos.  Aparece una nueva tendencia al “Nacionalismo” que inspiró a los artistas a incorporar en su música canciones y estilos populares de sus países. Rusia fue el líder de este movimiento nacionalista con compositores como Tchaikowsky, Borodin, Rimsky Koirsakov y también el músico checoslovaco Antonio Dvorak se apoyó en tonadas y danzas populares de su país para componer sus sinfonías y conciertos. La sinfonía 1,812 de Tchaikowsky pinta la derrota del ejército francés en las nevadas rusas y el triunfo del ejército ruso al impedir la invasión de los franceses ( Historia de la Música Clásica.  Correo AVM-10020, recibido electrónicamente). Pero todo esto se refiere a la música “selecta” (la no popular).

Sin embargo, la música de los pueblos, de inferior calidad estética, o sea la música popular,  también recoge el alma y sentimiento de esos pueblos. Por eso debemos señalar que parte de la Paideia musical la constituyen, por ejemplo, las marchas religiosas, fúnebres, deportivas, militares, guerreras,  los himnos patrios, religiosos, alegóricos del mundo, las polkas alemanas y su Oktoberfest,  el tango argentino que expresa casi siempre una tragedia amorosa, el tango francés que a veces trata de la vida libertina y bohemia, la zamba brasileña y su éxtasis sensual, el pasillo colombiano y la feria de Manizales, la cueca chilena y los ojos negros que vende cuando “pa’ Chile se va”, el bolero y el danzón latinos siempre sentimentales, enamorados y misteriosos,  los sones de Guatemala, Centroamérica y el Caribe, en Sonsonate, San Pedro Sula, Managua y Alajuela. La música de las marimbas de Guatemala, Centroamérica y México, la música en el harpa paraguaya y su “chogüi”, la música en el cuatro venezolano y su alma llanera, la música sacra de los ritos y ceremonias religiosas, la música en los instrumentos percusores del Caribe, del África y del Mundo….en fin, todo esto es Paideia,

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                            P E R O R A C I Ó N

 

 

Ha quedado explicado que la PAIDEIA es una expresión eminentemente griega que corresponde a la visión del espíritu de la Antigua Grecia y de su pueblo y que, como término mágico y sintético, recoge todo su sentimiento y pensamiento mítico, poético, religioso y filosófico, así como su historia, sus costumbres y tradiciones que incluye el festejo del triunfo, el pesar del duelo, los valores morales de la comunidad, las virtudes, las pasiones, etc.

Por efectos didácticos, puede hablarse de una ALTA PAIDEIA que es la referente a la mitología , la poesía y la filosofía griegas, intangible por su propia naturaleza, y de una BAJA PAIDEIA que también se refiere a aspectos intangibles del pueblo griego pero que, además, comprende otros aspectos que están conectados con la práctica de la vida diaria de la ciudad y del hombre griego, localizado en el ethos y objetivado en su actividad plena, en sus penas, en sus alegrías, en sus triunfos y en sus fracasos, en la convivencia urbana y rural, en la guerra, en la paz, en las leyes, en la justicia, etc.

También ha quedado explicado que hay, fundamentalmente, dos conceptos de Música: la que sólo se piensa, se imagina y se comprende, que no cae en el campo de la sonoridad y, por lo tanto, no es audible, y que se adjudica a la armonía en el universo, a la armonía de las esferas, y la que se escucha al penetrar en nuestros oídos, que sí pertenece al campo de la sonoridad, que es la de una relativamente fácil comprensión. Que ambas son idea cultural y producto del espíritu humano.

Finalmente, se reconoce que la música de los pueblos, en su segundo concepto, refleja el espíritu cotidiano de sus ciudadanos, en sus sentimientos absolutos: pasiones, folclor, patriotismo, religión, milicia, deporte, festejo, dolor, duelo, creencia, regocijo, guerra, paz, etc., etc., por lo que se constituye en PAIDEIA.

 

            

 

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA Y DEMÁS FUENTES DE CONSULTA:

1.       DICCIONARIO DE MÚSICA. Puerto Rico. S.d.e. Año 1,990. Con 290 Páginas.

2.       DOCE MIL GRANDES. Enciclopedia Bibliográfica Universal. Promexa. Encuentros con los grandes de todos los tiempos. Música. Volumen 2. Editorial Fabbrini. Milán, Italia. Año 1,982. Con 240 páginas.

3.       Historia de la Música Clásica. Correo AVM-10020, recibido electrónicamente.

4.       Internet. Google. Página: Filosofía de la Música.  Josué Peñaloza. Wikipedia.

5.       Internet. Google. Página: Género Musical. Wikipedia, La Enciclopedia Libre.

6.       Jaeger, Werner.(1,995). LA PAIDEIA. Los ideales de la cultura griega. (11 edi.).México:  Fondo de Cultura Económica.

7.       Rowell, Lewis.(1,987) Introducción a la Filosofía de la Música.Barcelona: Editorial GEDISA, S. A.

8.       Van der Hoggen, Eckhardt.(2,004). EL ABC de la Música Clásica Todo lo que hay que saber. México: Santillana. Ediciones Generales, S.A., de C-V

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

       

 

 

 

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