FRANCO, KHARLA

C.I. 15.7212.285

 

 

DECOLONIALIDAD: CAMINO HACIA LA VISIBILIZACIÓN Y LA TRANSFORMACIÓN DE AMÉRICA LATINA

RESUMEN

 

 

Hay sociedades que tienen una insistencia incansable de conocer la naturaleza, de someter lo que está más allá de sus dominios, de fortificar sus espacios y prevalecer en un sistema por encima de otros, empleando todos los mecanismos para generar coacción, construyendo una jerarquía de dominio,  lo que da origen a la desigualdad, a la confrontación de las clases; esto no es más que una razón moderna, eurocéntrica, con posturas que terminan sesgando minimizando a las sociedades más deprimidas.

En este sentido, queda impuesto desde el orden político y social un nuevo patrón de dominio, que no será más que la colonialidad de poder, el sometimiento a través de la división del trabajo, concibiendo de esta manera niveles de superioridad para unos e inferioridad para otros, contra estos últimos manteniendo una forma de socialización autoritaria y discriminatoria, siendo víctimas del colonialismo imperante.

Desde los espacios del Sur, se  deben organizar nuevas formas, se debe repensar, deconstruir, reconocer la realidad para transformala, esta última advierte una lectura crítica y profunda de lo que es el mundo y no para evidenciarlo como algo desesperanzador, sino por el contrario, para presentarlo como las luchas y los procesos de gestas emancipadoras o de resistencia que han establecidos estos pueblos,  utilizando la acción y la reflexión con concomitancia, ya que una depende de la otra, por la simple aserción de que la acción permite ejecutar y establecer desde la praxis todo lo que se orientó desde la reflexión.

 

PALABRAS CLAVES: Decolonialidad, colonialidad del poder, transformación, eurocéntrica.

 

 

DECOLONIALIDAD: CAMINO HACIA LA VISIBILIZACIÓN Y LA TRANSFORMACIÓN DE AMÉRICA LATINA

 

ABSTRACT

There are companies that have a relentless insistence to know the nature, to submit what is beyond their domains, to fortify their spaces and prevail in a system over others, using all the mechanisms to generate duress, building a hierarchy of domain, which gives rise to inequality, the confrontation of classes; this is nothing more than a modern, Eurocentric reason postures ending minimizing skewing the poorest societies.

In this sense, it is imposed from the political and social order a new domain pattern, which will be only the coloniality of power, submission through the division of labor, thus conceiving levels of superiority and inferiority about other, with the latter holding a form of authoritarian and discriminatory socialization, victims of the prevailing colonialism.

From South spaces, new ways must be organized, must rethink, deconstruct, to transform it recognize reality, the latter warns a critical and profound than the world is reading and not to highlight it as something hopeless, but rather , to present the struggles and processes of emancipatory deeds or resistance that have established these villages, using action and reflection with concomitant because one depends on the other, for the simple assertion that the action can run and establish from the practice everything that was directed from the reflection.

 

 

 

 

KEYWORDS: Decoloniality, coloniality of power, processing, Eurocentric.

 

 

Kharla Vanessa Franco Henriquez: Licenciada en Educación mención Ciencias Sociales egresada de la Universidad de Carabobo, Magíster en Enseñanza de las Ciencias Sociales, actualmente cursando estudios en el Doctorado de Ciencias Sociales mención Estudios Culturales. Correo electrónico: Kharla_franco@hotmail.com.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DECOLONIALIDAD: CAMINO HACIA LA VISIBILIZACIÓN Y LA TRANSFORMACIÓN DE AMÉRICA LATINA

 

Latinoamérica por siglos ha estado sometida y signada a los planteamientos de las potencias imperialistas, es notorio que el hemisferio sur hasta finales del siglo XX ante el sometimiento y la rigidez de la estructura, evidenció una asumió una aactitud sumisa frente al poder hegemónico mundial, lo que permitió que se engendraran estados neoliberales, organizados en todos los ámbitos en contra de su medro social; induciendo de esta manera al deterioro social, político, económico y cultural.

Es evidente que esta actitud constituye un sistema de distinciones creando a visibles e invisibilizados, estableciendo centros y periferias, dominantes y dominados, en donde unos estarán supeditados de una manera inexorable a las otros.

Menciona Boaventura de Sousa (2009; 160), que estas distinciones “son establecidas a través de líneas radicales que dividen la realidad social en dos universos, el universo, de este lado de la línea y el universo del otro lado de la línea”.  Es decir, unos se presentan como una perspectiva universal y estos estados que obviamente están situados en los espacio contiguos, aquellos invisibilizados, sencillamente las periferias, son concebidos como objetos y no como sujetos, permitiendo que hasta históricamente estos pueblos sean desplazados y no se le permita tener memorias ni registros que los identifiquen como propios.

Mignolo (2007; 97) especifica que la historia “será un privilegio de la modernidad… y para tener historia hay que dejarse colonizar, es decir, hay que dejarse dominar voluntariamente o no, por una perspectiva de la historia, de la vida, el conocimiento, la economía, la subjetividad, la familia o la religión”, destacando entonces que estos “privilegios” guardan relación estrecha con la modernidad, ciñendo estas formas a través de la imposición de pautas, normas o leyes que deben seguir los demás, imponiendo primero, sometiendo, alienando con supuestos principios totalmente opuestos a los que se consideran como propios, de esta manera se señala que América Latina coexistió como sociedad inferior, conservando dependencia a otras formas; propias de los procesos de colonización.

En estos procesos, no se reconoce la igualdad de los derechos, existe una relación desigual y conflictiva; en sí una complejidad que no permite la búsqueda de realidades específicas del continente desde una perspectiva latinoamericana.  Para Boaventura de Sousa (2009; 239), “lejos de ser nacionalista es internacionalista y esta fortalecido por una actitud antiimperialista, dirigida contra Europa en el pasado y ahora contra EEUU”, es necesario reconocer las disparidades de poder entre los diferentes componentes que lo constituyen para así desterritorializarse.

Es importante destacar que las políticas neoliberales mermaron y corroyeron las bases de las relaciones sociales sobre las que habían levantado los estados Latinoamericanos, para lograr así una alteración total de conceptos básicos, por ejemplo; Estado-Nación, esto se articuló de acuerdo a los siguientes objetivos, el primero sería el desarrollo económico, el mercado interno y externo estructurado con una gran dependencia externa.

En este orden de ideas, se entiende que el modelo de desarrollo capitalista no se concibe sin el mundo colonial y este a su vez se postuló  y tomó posición principal como uno de los referentes económicos, políticos y sociales en el sistema mundo que se reconfigura como un proceso en el plano cultural.  Así pues, los estudios culturales van a especificar que todo esto es consecuencia de la trascendencia que se asume en la globalización lo cultural, lo político cultural y lo económico.

Ante las sociedades se devela un cuadro de transformaciones que presentan una cantidad de inquietudes y estas dejan al desnudo un conjunto de desigualdades que solo una ideología postmodernapuede describir e imaginar como la simple aserción de las diferencias como un equivalente de la pluralidad, ante esta situación se debe tomar como referente clave la modernidad, ésta es caracterizada por los procesos históricos que han permitido que se sustenten y que tengan una mayor consolidación entre sí.

La modernidad se presenta como la abanderada de la esperanza, la fe (en las religiones para unos), la libertad y la razón (para otros), paralelamente a esto ha permitido el crecimiento de instituciones del capitalismo, permitiendo de esta manera que se mantuviesen en el tiempo y  en el espacio una relación (o sensación) de libertad, ésta para los seres humanos que conforman la periferia,pero como se debe establecer una analogía que suscitan la existencia del capitalismo y la democracia en la sostenibilidad de la modernidad.  De este modo, se debe señalar que la conceptualización que existe está íntimamente relacionada a la historia de Europa, relacionando una postura eurocéntrica y también con una visión occidentalizada, de cualquier modo la matriz colonial del poder; una nueva forma de colonialismo, esto permite, según Mignolo (2007; 73) “la acumulación del capital de unos pocos y el reforzamiento de la marginación y la deshumanización de otros”.

Por lo tanto, el capitalismo no se debe cuestionar como un sistema con sus ámbitos segregados, por el contrario,el capitalismo entrelazado con la globalización, se ha convertido en una red, que ha tendido sus tentáculos logrando aprovechar las multiplicidades a su favor, logrando así la integración de sus ámbitos, entendidos estos como; políticos, económico, social, religioso, cultural; consolidando y ampliando todos sus propósitos, menciona Díaz Polaco (2007;153) “la globalización ha encontrado la manera de aprovechar la diversidad sociocultural en su favor, de conformidad con el incontenible apetito del capital por la ganancia”, esto ha permitido que se vaya acumulando el capital, establecer una economía que se manifiesta en todos los niveles, revelando una tendencia hacia la totalización, adueñándose de todos los ámbitos vinculándose directamente a la lógica excluyente de la modernidad.

Destacando que desde el punto de vista social y político se impuso la colonialidad del poder, como nuevo patrón de dominio y explotación, el cual se formó sobre la organización racial del trabajo, sobre la supuesta inferioridad de unos respecto a otros, convirtiéndose según Quijano (2000) en el “principal elemento constitutivo de las relaciones de dominación que la conquista imponía[F1] ”. En este sentido, a partir del siglo XVI, raza – trabajo  fundamentan relaciones sociales muy diferenciadas.

Por lo tanto, considero ineludible recordar el concepto de Ilustración de kant, como una herramienta de dominio de la naturaleza y del semejante, ya que este concepto circula por el de la razón, siendo este el cimiento de la sociedad moderna del racionalismo; a su vez toma como orientación una verdad y esta es absoluta, dando origen al conocimiento científico, un valor significativo por encima de otro. Con la expansión de los pueblos europeos, evidentemente hacia el resto del mundo, el eurocentrismo entonces toma poder, donde coloniza el ser y el conocimiento.

La experimentación de la ciencia en la ilustración estará supeditada al dominio, donde, el saber que es poder no tiene o conoce de límites, es decir, el mundo siempre ha estado influenciado y manejado por los que tienen mayor poderío económico, político, social y hasta religioso, y son ellos lo que  dictan a la sociedad las normas generales por la que se regirán en todas sus formas.

Bajo estos enfoques se instaura un mundo desde la perspectiva de otro, pensado desde otra óptica y otra lógica, es decir, bajo una matriz de poder colonial, jerarquizando, minimizando y subordinando la raíz que no solo sería racial sino desde el origen del conocimiento (epistémica).

En este ámbito la decolonialidadbusca la deconstrucción de estructuras instauradas, de esta forma se habla de la ineludible necesidad,según Walsh (2005;47) de, “visibilizar, enfrentar y transformar”, cuando se menciona esto, se debe especificar que se busca visibilizar a aquellos grupos que fueron desplazados, productos de la dominación del pasado y del presente, enfrentar esa construcción del pensamiento, cuestionando las bases de sus estructuras (epistémicas, socioeconómicasyculturales), para así poder transformar, menciona De Sousa (2009), para asígenerar un proyecto nuevo que implique la ruptura de paradigma y el posicionamiento de un conocimiento formado desde el América del Sur.

                A partir de nuevos procesos políticos y sociales, América se encuentra dividida entonces, una parte de ella demuestra un poderío, asumió de alguna manerala conducta eurocéntrica apoyada en el neoliberalismo que desprende las estructuras del pensamiento occidentalizado, y la otra existente es vista como la que posee recursos, la que posee mano de obra barata, pero dentro de esta herida colonial como lo señala Mignolo (2007)  también es la de los estados emergentes e impugnador donde se han ido gestando movimientos políticos, sociales, económicos que han ido propagando otra perspectiva de lo que es y debe ser América Latina.

Decolonizarse;más allá del pensamiento: Interculturalidad       

Para esta búsqueda incesante de cambios en la que se encuentra América del Sur se hace necesario el asumir posturas críticas que permitirán la aceptación de esta sociedad como emergente, a esto Mignolo[F2]  (2001; 43), destaca que;

asíAsí la crítica al eurocentrismo desde la exterioridad colonial o desde la colonialidad del ser implica, por un lado, el reconocimiento de la contribución de Europa, en los  últimos cinco siglos, a la civilización planetaria.  Por otro lado, implica también el reconocimiento de la contribución de la diversidad de Asia, África y América del Sur a esta misma civilización planetaria, contribución que no había sido reconocida durante la construcción y afirmación del eurocentrismo.

 

            En este sentido, Europa y EEUU siguen produciendo la idea de superioridad, uno sobre el otro, imposición en todos los ámbitos; político, social, económico  y cultural.  De Sousa (2009;214), destaca de acuerdo a estos, lo siguiente; en lo político se dieron: “cruzadas, imperio, Estado colonial, dictadura y por último democracia”; en lo económico, “tributos, colonialismo, neocolonialismo y por último globalización neoliberal”, en lo cultural; “epistemicidios, misiones, asimilación, industrial cultural y cultural de masas”, es necesario destacar que en el ámbito social, se pueden mencionar; la jerarquización, sumisión, guerras y todo aquello que afecta directa e indirectamente a las sociedades.

Detallando la afirmación de Mignolo, Walsh[F3]  (2005) menciona que no se da  reconocimiento alguno por parte de Europa que atribuya contribución por parte de Asia, África ni América del Sur, aún  nuestro sistema mundo sigue siendo una matriz colonial poder /capitalista (se ha puesto como un referente económico, político y social), donde está representada por una sociedad moderna/colonial/patriarcal.

            A pesar de esta afirmación, hay un horizonte, Walsh (2005), menciona que la decolonización no es simplemente un asunto intelectual o político, sino un asunto que conjuga las raíces y la existencia, es decir, una cosmovisión, una identidad en sí misma, pensar desde el otro o los otros.   En este sentido, se hace necesario que los cambios provengan de los cimientos, desde los pueblos, destacando relaciones basadas en la igualdad y en el respeto, no de la lógica hegemónica, sino de las prácticas culturales y el reconocimiento a lo diverso.

            Justamente, es en las prácticas culturales y el reconocimiento a lo diverso, en donde en capitalismo en su nueva lógica opera con la intención de vaciar y neutralizar estas culturas, unificándolas, viéndolas como una sola, para Walsh (2005; 32), nuevas formas de dominación cultural postmoderna, colocando un velo a el dialogo intercultural y ofreciendo un debate sobre el multiculturalismo.

            Se debe establecer una diferencia cultural, diálogos para visibilizar las culturas, en este sentido la interculturalidad debe ser vista como formas de decolonizar, de desmontar relaciones que se han encontrado figuradas durante siglos por el poderío colonialidad-modernidad, liberando según Walsh (2005[F4] op. Cit.), al colonizado y a su colonizador.        

Decolonización a través de la emancipación:

            Todo parece haber tomado un nuevo giro que parte desde los cimientos del sur que van desde las revisiones profundas epistémicas a la duda total de la concepción hegemónica/modernidad/capitalismo.  Por ello, se hace necesario caminos para aprender a cambiar, a transformar, la historia no es lineal, por ello es vital el  reconocimiento del otro o de los otros, el reconocimiento de las diferencias o de las similitudes, De Sousa (2009;352) destaca que este reconocimiento debe ser “sin un énfasis comparable de las condiciones económicas, sociales y políticas que garanticen la igualdad en la diferencia corre el riesgo de combinar denuncias radicales con la pasividad práctica ante las tareas de resistencia que se imponen”, ya que el capitalismo global en el que estamos inmerso es tardío o no reconoce las diferencias, “sin una redistribución social”, va a realizar siempre una clasificación tendiente a las formas de discriminación existentes en las sociedades actuales, sociedades capitalistas.

            América del Sur, debe tener un reconocimiento propio en todos los sentidos para así poder reconocer al otro no como superior sino como un igual dentro del mundo en que estamos inmersos. De Sousa (2009), nos invita a emanciparnos, a generar nuevas formas de pensamiento crítico que surjan del contexto, de las necesidades que tenemos como continente, a realizar acciones transformadoras y colectivas, despertando desde el SUR.

            Ante esto, De Sousa (2009; 356) formula tres desafíos; el primero, “pensar una emancipación social sin una teoría general de la emancipación social, como una exigencia ética y política”, nadie tiene una receta universal, las luchas surgen de los atropellos de los estados neoliberales, de la globalización contra hegemónica; el segundo planteamiento es “determinar en qué medida la cultura y la filosofía política occidental son hoy indispensables para reinventar la emancipación social”, los estatutos de los estados-nación, los derechos humanos (por mencionar algunos) están regidos por las prácticas del sistema – mundo – moderno, por lo tanto se debe deconstruir estos aparatos excluyentes.  Y por último “el tercer desafío consiste en saber maximizar la interculturalidad sin suscribir el relativismo cultural y epistemológico”.  Deconstruir y construir, buscar conceptos alternativos, establecer principios éticos, políticos, que no sean universales, basados en fundamentos que no sean absolutos; apoyados en compromisos de la vida propia, inspirando como dijese Martí en Nuestra América.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

FUENTE BIBLIOGRÁFICA

 

 

De Sousa, Boaventura.  Una Epistemología del Sur.  Coediciones CLACSO, siglo XXI editores (2009). México.         

Díaz Polanco, Héctor.  Elogio de la Diversidad. Globalización, multiculturalismo y etnofagía. (2007) Monte Ávila Editores Latinoamericana.CA.

 

Quijano Aníbal. Colonialidad del poder, Eurocentrismo y América Latina. CLACSO, 2000, Buenos aires-Argentina.

Mignolo, W. La Idea de América Latina. La herida colonial y la opción decolonial. Editorial Gedisa; (2007). Bogotá.

Quijano Aníbal. Colonialidad del poder, Eurocentrismo y América Latina. CLACSO, 2000, Buenos aires-Argentina.

 

Walsh, C. (2005). Interculturalidad, conocimiento y decolonialidad. En Siglo y Pensamiento. N° 46, volumen XXIV. Disponible en http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/signoypensamiento/article/viewFile/4663/3641

De Sousa, Boaventura.  Una Epistemología del Sur.  Coediciones CLACSO, siglo XXI editores (2009). México.         

Díaz Polanco, Héctor.  Elogio de la Diversidad. Globalización, multiculturalismo y etnofagía. (2007) Monte Ávila Editores Latinoamericana.CA.


 [F1]Página????

 [F2]No puedes empezar así un subtítulo, introduce

 [F3]Año???

 [F4]Op. Cit.

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