M.A. Héctor Benjamín Uclés Flores

 

V. La naturaleza domesticadora del humanismo y su carencia[1]

 

“Otálora comprende, antes de morir, que desde el principio lo han traicionado, que ha sido condenado a muerte, que le han permitido el amor, el mando y el triunfo, porque ya lo daban por muerto, por que para Bandeira ya estaba muerto.

Suárez, casi con desdén, hace fuego.”

-Borges, El muerto

Resumen: El humanismo es una antropotécnica domesticadora que se caracteriza por utilizar a la lectura como instrumento telecomunicativo. Pretende diferenciar al ser humano del animal. Objetivo que no logra ya que la diferencia que esboza no es esencial sino jerárquica. Las incongruencias del humanismo son develadas por Heidegger, pero su proyecto antropológico es rechazado al desconocer la necesidad de una biopolítica activa. El humanismo carece de los insumos necesarios para seguir como proyecto domesticador dominante, ya que los medios telecomunicativos vigentes han orillado a la lectura. Debemos enfrentar la pregunta: ¿Qué domesticará al hombre ahora?

Palabras clave: antropotécnica, humanismo, biopolítica, domesticación, telecomunicación

Abstract: Humanism is an anthropotechnic domestication characterized by using reading as its telecomunicative instrument. It pretends to differentiate human beings from animals, although it does not accomplish this objective since its argumente isn’t essential but hierarchical. The incongruences of humanism are pointed out by Heidegger, but its anthropological project is rejected due to the fact that it doesn’t take in to account active biopolitic. Humanism lacks the necessary tools to hold the leading domestication project, since actual telecomunicative instruments have displaced reading. We most face the question: What will domesticate men now?

 

Key words: anthropotechnic, humanism, biopolitics, domestication, telecommunication

A. Introducción[2] o El aporte de la pregunta heideggeriana y el agotamiento de Sartre

 

El humanismo como método educativo se traduce en una “antropotécnica”[3] domesticadora que se ha elaborado por el hombre y para el hombre[4].

 

La introducción del término humanismo se da dentro del Imperio Romano[5] desde la influencia de la filosofía griega. Esta concepción se desarrolla en sus orígenes griegos como lo opuesto al bárbaro[6]. La argumentación original para la interpretación de aquello que se cataloga como bárbaro es una variante de la terminología griega del “barbaraphonon”[7] que obedece a aquellos que hablaban griego con un acento que volvía ininteligible lo expresado verbalmente para el oyente no familiarizado. Heidegger, que defiende la postura del hombre que participa del ser como característica esencial[8] del humano, entiende participar del ser escuchar el llamado del ser y entenderlo a través del lenguaje[9]. Por lo tanto, aquel que carece de lenguaje, cuya apariencia es la del barbaraphonon, no participa del ser, por lo tanto no participa de lo que los romanos mal catalogarían después como humanitas.

 

La mala categorización de la humanitas romana se interpreta desde la postura heideggeriana[10] que defiende la clasificación de un término como el momento en que un tema se agota o deja de vivirse. La introducción del término humanitas obedece a la primera mala interpretación del término humano que lo ha hecho tropezar por los caminos biológicos,[11] la afirmación romana es por la humanitas de aquel que participa de Roma, la humanitas es para el romano[12]. Los griegos, fuera de lo fonético, al bárbaro no le acuñaron diferencia en otras escalas culturales, sobre eso nos podemos remitir al trabajo de Diógenes Laercio al afirmar al comienzo de su obra recopiladora de trabajos filosóficos, que hay “quienes piensan que la Filosofía se originó entre los bárbaros”,[13] y hay quienes consideraron su trabajo superior.[14] Más adelante, no sólo fue en esa dimensión de la filosofía que el griego antiguo le rindió pleitesía al bárbaro sino que también le admiró en su suntuosidad, ordenamiento político y demás manifestaciones culturales.[15] La barbarie del barbaraphonon se encuentra fuera de una acción deshumanizante: el bárbaro no es inhumano. Heidegger ve en esta diferencia fonética algo esencial[16], afirma que de filosofía sólo podemos comenzar a hablar desde la época griega[17] y que sólo se puede hacer filosofía en alemán,[18] al considerar a Germania como la heredera de la antigua cultura griega.[19] Curiosamente Ortega valida tal afirmación y sostiene que el Mediterráneo es el heredero de la antigua Roma,[20] hace una diferenciación entre ambos al afirmar que la cultura de la antigua Grecia se caracterizaba por su carácter racional y la cultura de la antigua Roma por su acercamiento al accionar sensual[21]. Para Heidegger, la discusión por el humanismo es la negación misma del carácter de lo humano ya que se ha dejado de escuchar al ser[22], por lo que se defiende la posición de que todas las posturas humanísticas que tienen sus raíces genealógicas en la antigua Roma[23] obedecen a un proyecto que no pretende diferenciarse de la naturaleza sino más bien jerarquizarla.

 

B. La des-esencialización del ser

 

La perspectiva de que el humanismo no es una jerarquía taxónomica obedece a la des-esencialización del ser humano, la cual es una postura que Heidegger hace ver, y que se presenta como refutación a lo esbozado por Sartre.[24]

 

Sartre argumenta por el existencialismo como un humanismo, ya que pone al ser humano individual como aquel que determina su porvenir y diseña su propia esencia. Evita la confusión con un humanismo que sostiene que el ser humano es la máxima expresión de la técnica dominante ya que el mismo no puede reclamar el éxito de los andares de otros individuos. Refuerza ese contra-argumento al sostener que ese tipo de jerarquización sólo podría llevarse a cabo por medio de la asimilación de los éxitos humanos por parte de aquellos que no son humanos, los animales, plantas y demás seres vivos, que no realizan tal manifestación de admiración.[25]

 

La contrapropuesta de Heidegger a tal afirmación es que la postura sartreana carece de una apropiada separación de la dimensión animal del ser humano, no se argumenta que éste carezca de una postura biológica o técnica que lo diferencie de los animales, sino que esta diferenciación no se da desde una postura del ser humano, sino que la misma nace como retroalimentación de la diferenciación animal; así el humano se define desde el animal y él mismo sólo se cataloga dentro de una escala taxonómica que no lo arranca del animal.[26]

 

Heidegger sostiene que el ser humano se diferencia de la naturaleza del animal por su participar del ser. La postura popular del humanismo racionalista que lo embota como un ser racional, no hace más que jerarquizar las habilidades técnicas que posee el humano pero obvia la pregunta inmediata a la que nos invita el ser, y es la pregunta por el ser mismo. Lo humano no se encuentra en lo racional del “ser racional” sino en el “ser” de la tradicional expresión. Esta pregunta por el ser del ser humano que plantea el mismo ser diferencia la esencia del humano. El humano se caracteriza por ser un animal que habita, que tiene lugar, que tiene ser, el humano no es un animal y una cualidad adicional[27], sino que es un ser que habita en una de las determinadas dimensiones del ser mismo, de esa forma podemos hablar de un ser ahí.[28]

 

El mismo ser es la esencia del hombre, por eso la postura heideggeriana que niega las afirmaciones sartreanas a las cuales él se encontraba vetado a participar, pero que utilizan su nombre para ganar fuerza[29], son diametralmente opuestas. Si la esencia del hombre es su ser, el hombre no construye su esencia sino que es arrojado a la existencia material por participar de la misma. Esta afirmación por la defensa del ser, argumenta que el ser se manifiesta a través del lenguaje, el cual se encuentra como la casa en la que habita el ser, al punto que no se da para que el ser humano elabore procesos complicados de comunicación con otros humanos sino para que pueda acercarse al ser y preguntar por el mismo[30]. Es esta argumentación la que le permite afirmar que al ser humano le es más propia la divinidad que la naturaleza animal.[31]

 

Pues la postura heideggeriana sostiene que para que el humanismo sea un verdadero humanismo y no más que una afirmación animalista, debe responder al proyecto que cultiva al hombre como aquel que trata de escuchar al ser.[32]

 

Ante tales afirmaciones heideggarianas, Sloterdijk deja ver que tal proyecto no ha logrado extrapolar la postura social necesaria, ya que él mismo nos invita a imaginar a unos individuos que pacientemente se dedican a la contemplación y a la espera del llamado del ser, un llamado a la vida auténtica en coherencia con la esencia que los mismos portan[33]. La observación es relevante ante las nuevas andanzas que hacen ver a Heidegger cómo un hombre anticuado que se queda clavado en el llamado pastoral al ser y a la vida campestre. El movimiento de la sociedad obliga hacia un proyecto biopolítico: no es que el proyecto de los pastores del ser al final no sea un proyecto domesticador sino que el mismo no obedece a las necesidades modernas y es desbocado al pretender acercar al humano a la divinidad.[34]

 

La ganancia de las afirmaciones de Heidegger se encuentran en saber ver en el humanismo un proyecto de animales insinceros y aportar la pregunta por el ser mismo del hombre de la cual se logra extrapolar la pregunta por la domesticación. “¿Qué domesticará al hombre, cuando el rol del humanismo como la escuela de la humanidad ha colapsado?”[35]

 

C. La masificación del humanismo

 

El humanismo como tendencia domesticadora siempre ha carecido de los insumos necesarios para llevar a cabo el proyecto por sí solo, pero las carencias se han puesto en evidencia ante los avances de la técnica que se han manifestado a través de la radio, la televisión y sus extrapolaciones que se encuentran en el internet.[36] El humanismo no deja de lado lo que todo proyecto de domesticación a largo plazo toma en cuenta, la crianza, la cual tiene como elemento esencial los procesos de discriminación y selección. Por eso el humanismo se caracteriza por su categorización racional y su proyecto de crianza defiende tener la máxima expresión en el ávido lector, pues ha logrado dejar por fuera a aquellos que carecen de esa habilidad, al punto que el analfabeto se ha presentado cómo ajeno a la sociedad.[37]

 

La argumentación por la discriminación que ejecuta el proyecto humanista o la sociedad de los buenos lectores como la cataloga Sloterdijk, encuentra su nido en la estructura “antropotópica", en una de las siete, que es la “alethotopo”[38], que se encarga de englobar el saber. Sin embargo, el proyecto humanista se ha encargado de poner el acento en la lectura, donde se permite la afirmación casi evidente de que quien vive en una sociedad de orden humanístico y no lee carece de poder y movilidad social.

 

Parece que la discriminación de aquellos que no saben leer es una de las afirmaciones con mayor fuerza por parte de los miembros en constante “logomaquia”[39] que se han impreso desde las esferas mas elevadas de la jerarquía para aplastar y reclamar máximos honores de aquellos que no logran navegar dentro de sus estructuras de orden cognoscitivo.

 

Pero tal proceso de domesticación no ha logrado llevarse a cabo sólo a través de las estructuras de la buena lectura en el individuo sino a través de mecanismos sociales que han logrado afirmar que esa es una mejor manera de vivir, en otras palabras, a través de telecomunicaciones de índole pre-radial.[40]

 

El humanismo, como tendencia del hombre a la razón que se manifiesta en la lectura, se manifestó con tal fuerza dentro de la esfera del ser humano que se utilizó como mecanismo de movilidad para otros proyectos de orden domesticador. Dentro del humanismo se mueven tres grandes proyectos: el cristianismo, el comunismo y el existencialismo.[41] Pero antes se nos presenta la necesidad de aclarar la naturaleza universalista que posee por sí mismo el humanismo, el proyecto que pretendió alcanzar escalas globales al invitar a leer a todo aquel que se viese interesado, pues aquel que se da la tarea del misionero determina qué evangelio portar. Sin embargo el humanismo como antropotécnica domesticadora no se rechazó, claro que, dentro de su auge como movimiento en la antigua Francia revolucionaria, el mensaje era hacia lecturas cuyos primeros defensores orientaban a una ideología que se tiende a clasificar como liberalismo francés. Aunque el contenido se rechace, la técnica como tal se mantuvo impoluta. “La lectura amansa” dirá que fue el slogan del lector que acepta los conceptos sloterjdikianos, “la lectura libera”, “la lectura alegra”, “la lectura educa” dirá el que mantiene los principios del humanismo. El proyecto humanista siempre cargó la pretensión de llevar la lectura a todo ser humano. El éxito domesticador de la revolución francesa permitió la experimentación con otros contenidos. La traducción y popularización de diversos textos no es peligrosa siempre que sea la línea que se defiende. El humanismo, al igual que los catalogados como metarelatos portan una pretensión de orden universalista.[42]

 

Fuerzas que temieron la popularización de sus propios cánones sagrados por la “mala interpretación” del lector amateur[43], crearon emisarios autorizados para guiar la lectura del acólito inexperto. No es que el proyecto domesticador debía privar al sujeto de sus lecturas, sino que debían ser guiadas por el domesticador, se necesita de maestros, curas, doctores y demás técnicos, de quienes hizo gala la Iglesia Católica[44]. Ya entrada la carrera por la guerra de domesticación de orden humanista, los procesos domesticadores se vieron obligados a modernizar y actualizar sus instrumentos de control.

 

El humanismo, con su tendencia a la masificación de la lectura, dio paso a un nuevo momento, el de la biopolítica: la intromisión de un sujeto como evangelista dentro del cotidiano andar de la población. Entre los antiguos súbditos y la realeza se daba un acuerdo tácito en el que se permitía vivir a las anchas de sus deseos pero que su muerte se encontraba ya predeterminada por la predilección del regente de turno.[45] Tal modalidad del ser no pudo proseguir, la vida del súbdito sin importancia, para el regente, empezó a poseer valor para el gobernante, la guía como proceso de domesticación se empieza a orientar hacia los sujetos promedio, se da una lucha por gobernar el campo del sujeto desde el regente.[46]

 

La lectura por sí misma no era suficiente, los maestros debían masificarse también, el ordenamiento del proceder en lo cotidiano se ve estandarizado. Se crea el archivo, para el ciudadano promedio,[47] que lleva cuenta de los desempeños académicos como los que se manifiestan dentro de la esfera de la salud. Se trata de la técnica domesticadora redirigida a la vida del hombre promedio cuando antes era propia sólo de la realeza y demás miembros que cargan con la pretensión de gobernar. El que pretenda domesticar sólo puede hacerlo desde el archivo.[48]

 

El énfasis de la discusión histórica del humanismo desde la pretensión del particular movimiento francés, no niega que el término fuese utilizado previamente, tampoco que el uso previo careciese de implicaciones universalistas de esencia. La particularidad del momento francés es que va acompañado de una de las primeras técnicas masificadores de información, la imprenta. Antes de tal invento, la retórica humanista del ávido lector, se quedaba en la pura imaginación inofensiva. La imprenta es capaz de masificar el objeto de lectura y por lo tanto el consumidor del mismo se abre al juego de la masificación de mentes, la masificación es el presente y la tendencia.[49]

D. Las carencias del humanismo

 

El proyecto humanista carece de las antropotécnicas necesarias para poder modificar a una masa que se ve afectada por influjos constantes a través de los medios tele-comunicativos actuales, no por eso se deja de observar que la misma naturaleza del humanismo es tele-comunicativa. La telecomunicación que se desarrolla desde el humanismo es de larga data ya que la misma se extiende sin conocer al remitente y la temporalidad en la que el otro la recibirá: quien escribe libros, escribe cartas para amigos, dirá Sloterdijk. La carencia de actualización de su técnica domesticadora se manifiesta, sin embargo, en el mecanismo que invita a un mensaje que suele poseer mayor complejidad y que carece de la inmediatez de lo radial. A esto podemos agregar el advenimiento de la masificación de personas o la cultura de masas, en la cual el objetivo de poder leer se puede llegar a cumplir pero el hábito de la lectura no. Sobre eso se presenta la imposibilidad de mantener un solo canon de lecturas que permita domesticar dentro de las energías selectas.

 

El señalamiento que pretende catalogar al humanismo como un proyecto domesticador debe a su vez rechazar que el ser humano se haya encontrado con un proyecto que se pueda manifestar a las orillas de su naturaleza animal. Sloterdijk no pretende atacar la postura de Heidegger como equivocada sino como inaplicable como proyecto biopolítico.

 

Este proceso domesticador catalogado como humanismo, nunca fue por sí solo, sino que siempre contó con el apoyo de aquellos que lo pregonaban como curas, profesores, etc. Pero la pregunta prevalece: ¿Qué nos domesticará ahora?

 

Aquí se realiza el rompimiento con la enseñanza de Heidegger, a él se le debe la pregunta, el develar el carácter animal del humanismo. Se rechaza el proyecto divino de escuchar al ser, ya que el mismo es otro proyecto domesticador, un proyecto deficiente para las exigencias actuales de una biopolítica activa. Es por lo tanto el camino de la pregunta sincera por la domesticación, el primer momento en el que nos invita Sloterdijk a pensarnos como proyecto domesticador y a no rehuir detrás de la falsa candidez el develamiento de la realidad, sino confrontarla.

 

La defensa pasa por reconocer el carácter domesticador del humanismo para así plantear la pregunta por la domesticación, al reconocer que la falsa candidez de las palabras no crea más que estructuras que esconden mensajes que suelen develarse como tiránicos.

 

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[1] El presente artículo es un extracto de mi tesina para grado de Magister Artium en filosofía por la Universidad Francisco de Marroquín en Ciudad Guatemala titulada “Antropotécnica, domesticación voluntaria y biopolítica en la filosofía de Peter Sloterdijk” Escuela de Posgrado, 2018. Puede consultarse completa la Biblioteca Ludwing von Mises del campus y sitio https://biblioteca.ufm.edu/ de la UFM.

[2] Fuera del primer pie de página y arreglos formales, el agregado de la palabra Introducción es la primera de dos variaciones entre lo colocado en la tesina y el artículo presente.

[3] El presente pie de página es la segunda variación entre lo colocado en la tesina y el artículo presente. “Antropotécnicas. Entiendo, con esta última expresión, los procedimientos de ejercitación, físicos y mentales, con los que los hombres de las culturas más dispares han intentado optimizar su estado inmunológico frente a los vagos riesgos de la vida y las agudas certezas de la muerte.” Sloterdijk, Peter, Has de cambiar tu vida, Pre-textos, Valencia, 2012, p. 24.

[4] Tema central en Sloterdijk que será evidenciado en transcurso de este capítulo de tesina, Peter, Normas para el parque humano, Siruela, Madrid, 2001.

[5] Sloterdijk, Peter, Normas para el parque humano, Siruela, Madrid, 2001,  p. 20.

[6] Ibid., p. 31.

[7] Droit, Roger, Genealogía de los barbaros, Paidós, Barcelona, 2007 p. 33.

[8] “El ente cuyo análisis es nuestro problema somos en cada caso nosotros mismos. El ser de este ente es, en cada caso, mío. En el ser de este ente se conduce este mismo relativamente a su ser. Como ente de este ser es entregado a la responsabilidad de su peculiar `ser relativamente a´. El ser mismo es lo que le va a este ente en cada caso. De esta caracterización del `ser ahí´ resultan dos cosas. 1. La esencia” Heidegger, Martin, Ser y Tiempo, Fondo de cultura económica, D.F., 2015, pp. 53-54.

[9] “El lenguaje es la casa del ser. En su vivienda mora el hombre. Los pensadores y los poetas son los vigilantes de esta vivienda. Su vigilar es el producir la patencia del ser por que éstos la conducen por su decir al lenguaje y en el lenguaje la guardan.” Id., Carta sobre el humanismo, Taurus, Salamanca, 1970, p. 7.

[10] Ibid., pp. 14-16.

[11] Al referirse al humanismo “Se podrá afirmar en ello algo justo sobre el hombre. Pero debe quedar claro que con ello queda el hombre definitivamente abandonado al reino de la esencia de la animalidad, (…) aunque se le adjudica una diferencia específica.” Ibid., pp. 18-19.

[12] “El homo humanus es aquí el romano.” Ibid., p. 15.

[13] Diogenes, Laercio, Vidas de los filósofos ilustres, Tomo, México, 2006, p. 9.

[14] “Con estos tratados en los que unos griegos escriben en griego que la lengua griega no es más que un ruido de palabras, que la lengua de los bárbaros dice con más fuerza y plenitud lo que los dioses revelan, podríamos creer que sí.” Droit, Roger, Op. cit.,  p. 110.

[15] “Vemos hasta qué punto se han cambiado las tornas. Ya no son la innovación y la racionalidad lo que constituye la superioridad de los griegos. Son el respeto por la tradición y la persistencia de la transmisión lo que hace superiores a los bárbaros.” Ibid., p. 107.

[16]Ni Marcuse, ni Paul Celan ni nadie pudo nunca arrancarle (a Heidegger) una condenación explícita del Holocausto y ya en 1968 me confesaba con toda naturalidad que “las lenguas latinas carecen de fuerza espiritual para penetrar en las cosas. Sólo se puede pensar en alemán” Vásquez Rocca, Adolfo, La política como plástica del Ser, Nacionalsocialismo privado y crítica del imaginario filoagrario, madas. Revista crítica de ciencias sociales y jurídicas, Universidad Católica del Valparaíso-Universidad Complutense de Madrid, No. 21, 2009, p. 8.

[17] “Para imponer esta creencia, no han faltado los argumentos de autoridad. Se ha movilizado, entre otros, a Hegel, Husserl y Heidegger. Los tres utilizaban exactamente la misma formula: se puede hablar de filosofía (…) sólo entre los griegos.” Ibid., p. 89.

[18] “Todo el desarrollo de la gramática occidental se fundamenta en la reflexión sobre el idioma griego, tomando, de este modo, todo su significado. Por ellos este idioma (de acuerdo a las posibilidades del pensamiento) y el alemán, constituyen los más poderosos y espirituales.” Heidegger, Martin, Introducción a la metafísica, editorial universitaria UNAH, Tegucigalpa, 1994, p. 59.

[19] “Los pensamientos nacidos en Grecia toman la vuelta de Germania” Ortega y Gasset, Las meditaciones del Quijote, Publicación de la Residencia de Estudiantes, Madrid, 1914, p. 96.

[20] “España es un organismo social, es, por decirlo así, un animal histórico que pertenece a una especie determinada, a un tipo de sociedades o «naciones» germinadas en el centro y occidente de Europa cuando el Imperio romano sucumbe. Esto quiere decir que España posee una estructura específica idéntica a la de Francia, Inglaterra e Italia. Las cuatro naciones se forman por la conjugación de tres elementos, dos de los cuales son comunes a todas y sólo uno varia. Esos tres elementos son: la raza relativamente autóctona, el sedimento civilizatorio romano y la inmigración germánica.” Id., Obras completas, Tomo III, España invertebrada, Revista de Occidente, 1966 p. 111.

[21] “Toda esta famosa pendencia  entre las nieblas germánicas y la claridad latina viene a aquietarse con el reconocimiento de dos castas de hombres: los meditadores y los sensuales.” Id., Las meditaciones Op. cit., p. 107.

[22] “Porque cuando se habla contra el -humanismo- se teme una defensa de lo in-humano y una glorificación de la barbara brutalidad.” Heidegger, Martin, Carta sobre, Op. cit., p. 31

[23] “El primer humanismo, o sea el romano, y todas las especies de humanismo que han aparecido desde entonces hasta el presente presuponen la -esencia- más general del hombre como evidente.” Ibid., p. 17

[24] “La frase fundamental del existencialismo la expresa Sartre: La existencia precede a la esencia. (…) Pero el revés de una frase metafísica sigue siendo una frase metafísica.  Tanto él como esta frase se mantienen con la metafísica en el olvido de la verdad del ser.” Ibid., p. 24

[25] “En realidad, la palabra humanismo tiene dos sentidos muy distintos. Por humanismo se puede entender una teoría que toma al hombre como fin y como valor superior. […] Este humanismo es absurdo, porque sólo el perro o el caballo podrían emitir un juicio de conjunto sobre el hombre y declarar que el hombre es asombroso, lo que ellos no se preocupan de hacer, por lo menos que yo sepa. Pero no se puede admitir que un hombre pueda formular un juicio sobre el hombre. […]

Pero hay otro sentido del humanismo que significa en el fondo esto: el hombre está continuamente fuera de sí mismo; es proyectándose y perdiéndose fuera de sí mismo como hace existir al hombre y, por otra parte, es persiguiendo fines trascendentales como puede existir.” Sarte, Jean-Paul, El existencialismo es un humanismo, http://www.uruguaypiensa.org.uy/imgnoticias/766.pdf, 1946, revisado el 16/1/2018, pp.19-20

[26] “Las interpretaciones humanísticas del hombre […] no son tenidas por falsas […]. El único pensamiento es más bien el de que las más altas determinaciones de la esencia del hombre no han experimentado la peculiar dignidad del hombre.” Heidegger, Carta, Op. cit. p. 26.

[27] Como ser una cualidad lingüística, racional, histórica, social, etc.

[28] “Coincidir con el ser ahí sólo le es posible a este otro ente en tanto que le es dado mostrarse por sí mismo dentro de un mundo.” Id, Ser, Op. cit., p. 70.

[29] “El existencialismo ateo que yo represento es más coherente. Declara que si Dios no existe, hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre, o como dice Heidegger, la realidad humana.” Sarte, Jean-Paul, El existencialismo, Op. cit., p. 3.

[30] “Pero el hombre no es un ser viviente que junto con otras facultades posee también el lenguaje. Más bien es el lenguaje la casa del ser en la que el hombre, morando, ec-siste, en cuanto guardando esta verdad, pertenece a la verdad del ser.” Heidegger, Carta, Op. cit., p. 30.

[31]  “La esencia de lo divino está más cerca de nosotros que lo extrañante del ser viviente.” Ibid., p. 22.

[32] “La errancia es entendida como el extravío de la humanidad durante la época moderna, que, olvidando el ser” Vásquez Rocca, Adolfo, La política como plástica del Ser, Nacionalsocialismo privado y crítica del imaginario filoagrario, madas. Revista crítica de ciencias sociales y jurídicas, No. 21, 2009, Universidad Católica del Valparaíso-Universidad Complutense de Madrid p. 12.

[33] “El concepto que Sloterdijk esgrime para plantear su oposición a la noción clásica de hombre se encierra en el concepto de hombre operable.” Vásquez Rocca, Adolfo, El claroscuro de la verdad, Reflexiones marginales, http://reflexionesmarginales.com/3.0/el-claroscuro-de-la-verdad/, revisado el 16 de mayo del 2018.

[34] “El claro del bosque es al mismo tiempo un campo de batalla y un lugar de decisión y de selección. Al respecto ya nada puede resolverse con las frases de una pastoral filosófica. Allí donde se levantan casas hay que decidir qué va a ser de los hombres que las habitan.” Sloterdijk, Normas, Op. cit., p. 60.

[35] Meaney, Thomas, A celebrity philosopher explains the populist insurgency, The New Yorker, https://www.newyorker.com/magazine/2018/02/26/a-celebrity-philosopher-explains-the-populist-insurgency/amp, revisado el 18/8/2018.

[36] “Por el establecimiento mediático de la cultura de masas en el Primer Mundo en 1918 con la radio, y tras 1945 con la televisión, y aun más por medio de las revoluciones de redes actuales, como internet, la coexistencia de las personas en las sociedades del presente se ha vuelto a establecer sobre nuevas bases.” Vásquez Rocca, Adolfo, Sloterdijk, Habermas y Heidegger; Humanismo, posthumanismo y debate en torno al parque humano, Proyecto de investigación N 10-09/JM – UNAB, Ontología de las distancias en Sloterdijk, hacia una teoría antropotécnica de las comunicaciones, Universidad Andrés Bello-Complutense de Madrid, 2009, p. 19.

[37] “Esto llega tan lejos, que muchos de los ricos de espíritu establecieron una diferencia antropológica, que separaba a los sabios de los comunes mortales, casi tanto como separa la diferencia específica a los seres humanos de los animales superiores.” Sloterdijk, Peter, Esferas III, Siruela, Madrid, 2009, p. 330.

[38] “Lugar en el que las cosas se vuelven manifiestas, así como decibles o figurables.” Ibid., p. 328.

[39] “Lucha constante por lo verdadero y por las formas válidas de su expresión.” Ibid., p. 331.

[40] “La tele-manualidad y tele-oralidad del emisor sublime, que se hace entender desde lejos, ya se reflejó perspicazmente en la ontología filosófica en un momento temprano de la historia de la teoría. En ninguna parte se muestra esto más claro que en la famosa comparación pseudo-aristotélica de Dios con el emperador persa, que desde su palacio […], se entera constantemente, por medio de un sistema de signos y correos que abarca todo el imperio, de todo lo que sucede en su ámbito de poder.” Ibid., p. 617 La anterior es una referencia para clarificar el espacio histórico que han ocupado las tele-comunicaciones en la era pre-radio.

[41] “Tres principales medios terapéuticos de los que se echa mano en la crisis europea de 1945, a saber, el cristianismo, el marxismo y el existencialismo, caracterizándolos como tres meras variantes del humanismo que sólo se diferencian en su estructura superficial; o bien, hablando más clara y directamente, como tres modos y maneras de eludir la radicalidad última de la pregunta por la esencia del hombre.” Id., Normas, Op. cit., p. 41.

[42] “Los metarrelatos son las verdades supuestamente universales, últimas o absolutas, empleadas para legitimar proyectos políticos o científicos.” Vásquez Rocca, Adolfo, La posmodernidad. Nuevo régimen de verdad, violencia, metafísica y fin de los metarrelatos, madas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, No. 29,  Universidad Católica de Valparaíso-Universidad Complutense de Madrid, 2011, p. 5.

[43] Mike Stuchberry, The local Orgies and executions: it´s mayhem in Munster, The Local,  https://www.thelocal.de/20140328/16th-century-mayhem-in-muenster-with-jan-van-leiden-expat-dispatches-the-local-germany, revisado el 18/8/2018.

[44] “Quien quiera estudiar la historia de la globalización hará bien en considerar la participación del papado en la formación de una elite de hijos de la madre iglesia, capaces de emisión en vistas a telecomunicaciones con zonas inexploradas de la tierra y con destinatarios desconocidos.” Sloterdijk, Peter, Esferas II, Siruela, Madrid, 2009, p. 653.

[45] “Hacer morir […] simplemente dejaban vivir” Sibilia, Paula, El hombre postorgánico, Fondo de cultura económica, Buenos Aires, 2003, p. 206.

[46] “Las disciplinas marcan el momento en que se efectúa lo que se podría llamar la inversión del eje político de la individualización. […] el régimen feudal […] la individualización es máxima del lado en el que se ejerce la soberanía […] En un régimen disciplinario, la individualización es en cambio descendente.” Foucault, Michel, Vigilar y castigar, Siglo XXI, D.F., 2009, pp. 223-224.

[47] “El examen hace entrar también la individualidad en un campo documental. Deja tras el un archivo entero […] El examen que coloca a los individuos en un campo de vigilancia los sitúa igualmente en una red de escritura.” Ibid., p. 22.

[48] “Todo indica que los archiveros y los archivistas han asumido la asunción de los humanistas. Entre los pocos que todavía se dan alguna vuelta por esos archivos, se impone la opinión de que nuestra vida es la confusa respuesta a preguntas que hemos olvidado dónde fueron planteadas.” Sloterdijk, Normas, Op. cit., p. 85.

[49] “El crecimiento social ha obligado ineludiblemente a ello.” Ortega y Gasset, La rebelión, Op. cit., p. 227.

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