Las artes de la existencia: Un asunto de orden pedagógico y político.

Lecturas para una filosofía de la educación.

María Elena Sierra

 

Las artes de la existencia implican el conocimiento, el dominio, el gobierno y la libertad del sujeto.

Un conocimiento siempre inacabado, un dominio de sí siempre imperfecto, un gobierno en permanente lucha consigo mismo y una libertad que se busca dentro y fuera del ser humano.

Probablemente, nunca el ser humano a lo largo de la historia ha dispuesto de más herramientas intelectuales y mayor conocimiento de sí mismo y de su entorno que en la actualidad. Y,  posiblemente, nunca el hombre se ha movido entre mayor ignorancia y dificultad que hasta este momento, aunque resulte paradójico.

Es precisamente esta circunstancia, la que debe constituir un estímulo para la reflexión. La ética y la estética de la existencia, que promueven una actitud filosófica, empujan  al sujeto a la búsqueda de un equilibrio entre los excesos del poder político y el gobierno de sí mismo.

Frente a la virtud del conocimiento y el vicio de la ignorancia aparecen la educación, la formación  y el respeto por uno mismo y por el otro. La educación transforma el modo de ser y de ver la vida. Es la educación del individuo, que se valora como arte de la existencia, y el pensamiento crítico, las herramientas necesarias para avanzar.

No es  momento de pensamientos estabulados ni de relativismo moral. Si la primera fuerza que mueve el mundo es la mentira, debe ser ahora la parresía el motor que nos mueva a todos.

 

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