El Feudalismo de la United Fruit Company

Mauricio Zachrisson Girón*

 

Hasta 1944 fuimos un Estado dentro de una compañía extranjera. Una banana republic con la libertad de Jonás en el vientre del monstruo.

                                                                        – Luís Cardoza y Aragón

 

 

A principios y mediados del siglo XX, Guatemala, la tierra de la eterna primavera como la llaman sus habitantes, vivía bajo un sistema que no permitía la modernización. Los guatemaltecos parecían estar condenados a no prosperar, estaban muy lejos de la promesa de su querida tierra. Las condiciones de vida eran malas, donde un 75.8% de la población caminaban descalzos.[1] Gobernados por dictadores corruptos y controlados por empresas extranjeras, la soberanía no estaba en manos del pueblo. Las instituciones antiguas y estáticas eran una herramienta poderosa para los dueños del país. Creaban un entorno de inestabilidad y de polarización social. No existía la democracia ni la participación popular en el gobierno. Pero este sistema cavaba su propia tumba. 

 

Existía una gran brecha entre las clases sociales en Guatemala. Las diferencias entre los pobres y los ricos eran muy notables en términos de posesión de tierras y salarios. En el año 1950, la distribución terrestre estaba concentrada en un grupo muy pequeño de la población; 76% de los habitantes poseían menos del 10% de las tierras, mientras un 2.2% de los guatemaltecos eran dueños del 70% del terreno nacional. Veintidós personas controlaban en promedio más de 23,000 acres cada uno, mientras otras 259,169 tenían un promedio de 3.1 acres cada uno[2]. Estos eran de los pocos terratenientes guatemaltecos, ya que un 57% de los campesinos no poseían tierras.[3] Los empleados del sector comercial ganaban 16 veces más que los trabajadores del campo. El sector agrícola empleaba un 67.7%  de la fuerza laboral, quienes recibían únicamente el 34% del salario nacional.[4] La mayoría de las tierras cultivadas pertenecían a empresas extranjeras. Estas mismas eran las que brindaban trabajo a la mayoría del campesinado. La empresa extranjera más grande en Guatemala era la United Fruit Company.

 

La United Fruit Company (UFCO) era una compañía estadounidense que se dedicaba a la producción y venta de banano. Esta compañía estaba presente en todos los países de Centro América (excepto Panamá) y algunos países del Caribe. Su sede más importante era Guatemala, donde poseía 563,000 acres de tierra, de las que sólo cultivaba 14,630.[5] Esta compañía tenía mucho control sobre la política guatemalteca, le decían El Pulpo, ya que sus tentáculos llegaban a todos los gobiernos de Centro América. En 1904 Manuel Estrada Cabrera le entregó el ferrocarril, Puerto Barrios[6], y las líneas telegráficas a la compañía[7]. Según el contrato, los guatemaltecos no le podían comprar el ferrocarril a la empresa por 99 años, hasta el año 2003. La empresa estadounidense Internacional Railways of Central América (IRCA) toma control del ferrocarril. La UFCO era accionista mayoritario de la IRCA. La compañía frutera también tenía el monopolio sobre las vías de transporte del Atlántico al Pacifico. La Empresa Eléctrica de Guatemala, S.A. originalmente de dueños alemanes, fue expropiada durante la Primera Guerra Mundial y concedida a esta compañía estadounidense. “Como culminación [de los monopolios de la United Fruit Co.], al llegar al puerto de la Frutera, en un barco de la Frutera, el guatemalteco toma el ferrocarril de la Frutera. En consecuencia, no hay modo de escapar a la ubicua compañía Frutera” (Cardoza y Aragón, 1955).

 

Los monopolios de la UFCO junto con el porcentaje de tierras que poseían y las influencias políticas que tenía en el gobierno crearon en Guatemala un sistema parecido al feudal en Europa entre 1050 y 1347 antes de la peste bubónica. La economía de Europa dependía de la agricultura. Las tierras eran la fuente de riqueza más importante, por lo que tenerla significaba riqueza y poder económico. Durante esta época, los terratenientes no cultivaban sus tierras, eran los campesinos que se dedicaban al cultivo, los que por lo general no poseían tierras. Los sembradores tenían que darles la siembra a los dueños de las tierras y estos les recompensaban con alimentos y algunas veces con alguna remuneración. La tercera clase social era la curia, los que por medio de la religión mantenían un orden en la sociedad[8]. Los terratenientes tenían control sobre las tierras, lo que limitaba las opciones de actividades económicas de los campesinos.

 

Este sistema social que predominaba en Europa entre los siglos XI al XIV tiene mucho en común con el que existía en la tierra de la eterna primavera en los años cincuentas. La economía de Guatemala, al igual que en Europa medieval, dependía de la agricultura. Este sector de la economía conformaba el 100% de las exportaciones, siendo el 75% de café, 15% de banano (93% de estas por la UFCO) y 10% del algodón, chicle, maderas, té de limón y cueros. Por lo tanto en Guatemala las tierras también formaban la mayor parte de las riquezas. Haciendo una comparación, se puede decir que los dueños de las tierras en Europa eran el equivalente al 2.2% de terratenientes en Guatemala (en especifico UFCO), los campesinos que no poseían tierras son los trabajadores del campo guatemaltecos que cultivaban, mas concreto son los 57% de campestres que no poseían tierras, y la curia de Europa es el equivalente a los dictadores que gobernaron Guatemala a finales del siglo XIX y principios del siglo XX (por ejemplo; Manuel Estrada Cabrera y Jorge Ubico).

 

Estos políticos fueron los que mantuvieron a la Frutera con el control de las tierras. De la misma manera que en Europa medieval los terratenientes influían mucho en la curia para mantener sus tierras, El Pulpo intervenía en la política guatemalteca para asegurar sus propiedades. La UFCO como propietaria de las tierras tenía control sobre las riquezas del país. La única forma que un trabajador de campo sin terreno pudiera sobrevivir, era trabajando para la compañía extranjera, o para otro propietario. Si un campesino terrateniente quería transportar su producto del Atlántico al Pacifico, lo tenía que hacer por medio de la IRCA. Si quería exportar o importar producto lo tenía que hacer por medio del puerto y los barcos de la bananera. Si deseaba tener energía eléctrica, enviar un telegrama o usar las estaciones de radios[9], lo tenía que hacer por medio de la Frutera. El feudalismo de la United Fruit Company no se limitaba al control de las tierras, pero se expandía a las actividades económicas más importantes de Guatemala.

 

La historia ha demostrado que el progreso económico y social de las sociedades va muy atado al desarrollo de conceptos de propiedad. Cuando los cazadores nómadas se convirtieron en agricultores sedentarios, hubo un cambio en el concepto de propiedad, transformándose de propiedad comunal a propiedad colectiva. Este cambio fue necesario para que existieran incentivos que hiciera sostenible la agricultura a largo plazo[10]. La evolución de la propiedad luego dio un cambio de ser colectiva a privada. Este es el sistema que existía en Guatemala durante la década de los cuarentas. En esta época pareciera que la propiedad privada estaba evitando el progreso en vez de promoverlo. United Fruit Company solo cultivaba el 2.6% de sus tierras y el 60% del terreno nacional no estaba siendo cultivado, limitando la oferta disponible para producción, mientras la cantidad de campesinos dispuestos a trabajar en terreno ajeno era muy alta. La tierra por ser necesaria para cultivar y existiendo poca oferta tenía un precio muy alto. La cantidad de trabajadores disponibles era mayor a la requerida para cultivar, por lo que el salario era muy bajo.

 

El desarrollo económico y social por lo tanto no depende únicamente de la institución de la propiedad, pero también de la posibilidad de distribución de la misma[11]. En Guatemala el progreso era muy difícil, ya que aunque existía la propiedad privada, estaba en manos de unos pocos, que por contrato gubernamental no estaban a la venta[12]. La UFCO tenía control de las tierras, pero también tenían privilegios otorgados por el gobierno que aumentaba el precio de estas, lo que hacia más difícil la distribución terrenal entre la población. De igual manera el monopolio que tenía esta compañía sobre los servicios en el país estaba protegido por el estado, como el ferrocarril, lo que volvía imposible la entrada de competencia en servicios. Esto mantenía el precio de los servicios altos. Los campesinos por lo tanto tenían un ingreso bajo y los factores de producción eran inaccesibles o tenían un precio alto, limitando así la posibilidad de que los trabajadores de campo progresaran.

 

Durante principios y mediados del siglo XX, existían pocas fuerzas sociales en Guatemala; los campesino, las empresas extranjeras (UFCO)[13] y los políticos. Samuel Hungtington explica que sucede en un país subdesarrollado con esta característica. Dice que “en una sociedad en la que solo conviven unas pocas fuerzas sociales, un grupo – guerreros, sacerdotes, una familia determinada, un grupo étnico o racial – puede dominar a los otros e inducirlos eficazmente a aceptar su autoridad[14].” En el caso de Guatemala, El Pulpo fue esta fuerza social que logro dominar a los otros grupos.

 

El sistema que prevaleció en Guatemala entre 1900 – 1944 fue de un feudalismo controlado por la United Fruit Company. Un entorno donde existía propiedad privada, pero esta no fomentaba el progreso ni el desarrollo. Los guatemaltecos vivían en un país donde la soberanía estaba en manos de las empresas extranjeras. Estas personas que controlaban la tierra de la eterna primavera estaban manteniendo tranquila a una fuerza que estaba por rebelarse. Este sistema no fue estable a largo plazo. Después de 1944, se dan cambios drásticos por el pueblo que cambia la historia de Guatemala. “Hasta 1944 fuimos un Estado dentro de una compañía extranjera. Una banana republic con la libertad de Jonás en el vientre del monstruo[15]” (Cardoza y Aragón).

 

*Estudiante de la Universidad Francisco Marroquín.

 

Bibliografía

Cardoza y Aragón, Luís. La Revolución Guatemalteca. 2nd ed. México: Talleres De Ediciones Don Quijote, S.A., 1994.

 

Huntington, Samuel P. El Orden Político En Las Sociedades En Cambio. Ediciones Paidos Ibérica, 2003.

 

Perkins, John. Confessions of an Economic Hit Man. Penguin Group. 2006.

 

Gottfried, Robert. 1985. The Black Death: Natural and human disaster in medieval Europe. New York, NY: Free Press.

 

North, Douglas and Thomas, Robert P.  The First Economic Revolution. The Economic History Review, 1997.

 

Schlesinger, Stephen and Kinzer, Stephen. Bitter Fruit: The untold store of the American Coup in Guatemala. Doubleday & Company, Inc. 1982.

 

 

El Mes económico y Financiero. Guatemala 20 de Marzo, 1950.

 

James, Daniel. Red Design for the Amercias: Guatemalan Pelude. 1954



[1] “El Mes económico y Financiero”, Guatemala 20 de Marzo, 1950.

[2] Un kilómetro cuadrado es igual a 247.105 acres

[3] Luís Cardoza y Aragón, “La Revolución Guatemalteca”, 1955. Pagina 98-99

[4] “El Mes económico y Financiero”, Guatemala 20 de Marzo, 1950.

[5] Daniel James, “Red Design for the Americas: Guatemalan Pelude”, 1954 paginas 162 – 163. Basados en datos de The United Fruit Company: “Datos de la Compañía Agrícola de Guatemala y la United Fruit Company del año 1953.” Estos datos incrementaron en años siguientes.

[6] Al entregarles el ferrocarril y Puerto Barrios, les entrego los monopolios protegidos gubernamentalmente sobre el único ferrocarril y puerto en Guatemala

[7]Bitter Fruit”, Stephen Schlesinger and Stephen Kinzer, 1982. Pagina 67.

[8] Gottfried, Robert. “The Black Death: Natural and Human Disasters in Medieval Europe”, 1985. Sobre mas información sobre la situación demográfica, económica, política y social de Europa de 1050 – 1347, ver capitulo 2.

[9] La UFCO también tenía el monopolio sobre las frecuencias de radio y los servicios radiotelefónicos internacionales. Eran dueños de Tropical Radio y de Telegraph Company. tenían un gran control sobre la oferta, cerraban sus servicios inclusivamente hasta al gobierno a las ocho de la noche, cuando todavía había gente demandando los servicios. (Cordoza y Aragón, 1955).

[10] Douglas North and Robert Paul Thomas, “The First Economic Revolution”, The Economic History Review, 1997. Pagina 234-236

[11]Carlos Sabino en su libro Guatemala, la historia silenciosa,(páginas 165-171) argumenta que la distribución de las tierras no tiene efecto sobre el desarrollo económico debido a que siempre existirá desigualdad de propiedad y que las tierras que están sin cultivar es porque no es rentable cultivarlas, por lo que otorgárselas a los campesinos no brinde beneficio alguno. Ludwig von Mises también expone lo mismo en Teoría e historia: Una interpretación de la evolución social y económica. En la pagina 357 dice que “la idea de la igual distribución de la tierra es una perniciosa ilusión. Su puesta en practica hundiría  a la humanidad en la miseria y el hambre y destruiría la civilización misma.” Este análisis es inadecuado debido a que en Guatemala durante las décadas de los cuarentas y cincuentas, la UFCO, otras empresas e individuos tenían contratos gubernamentales donde se establecía que no podían estar a la venta las tierras que se les otorgaron. Esta es también una razón por la cual la Frutera tenía 97% de sus tierras en ocio. Esto destruye la posibilidad del cálculo económico ya que no existe un precio para esas tierras, por lo que sí interfiere con el desarrollo económico.

[12] Luís Cardoza y Aragón, “La Revolución Guatemalteca”, 1955. Pagina 35

[13] La United Fruit Company fue en todo momento respaldada por el gobierno de los Estados Unidos de América. En los años después de la revolución del ’44 logra ver el control que UFCO tenía no solo en el gobierno de Guatemala, pero también en el gobierno de los Estados Unidos de América.

[14] Samuel Huntington, “El orden político en las sociedades en cambio”, 2003. Pagina 20.

[15] Luís Cardoza y Aragón, “La Revolución Guatemalteca”, 1955. Pagina 19

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