DEL GENOCIDIO A LA ETNOFAGIA, NUEVAS FORMAS DE DOMINACIÓN CULTURAL
Autora: Paula Pirela*
RESUMEN:
En este ensayo intentamos aproximarnos a las diferentes formas de colonización, apoyándonos en diferentes categorías de los Imaginarios sociales, y la (des)construcción de identidades. Desde el genocidio a lo que Díaz Polanco denominó como etnofagia, nuevo proceso de colonización cultural. Se imponen nuevas mecanismos de trasgresión a la identidad cultural mediante la neutralización de la resistencia cultural, se despolitizan las luchas, haciendo la dominación aún más silenciosa, más efectiva. Proponemos visibilizar estas formas de “devoración” cultural, atravesadas por un discurso de la globalización, bajo una supuesta figura de la inclusión.
Palabras Claves: Identidad, Cultura, Colonialidad, etnofagia
ABSTRAC:
In this essay we try to approach the different forms of colonization , relying on different categories of Imaginary social , and the ( des ) construction of identities. Since the genocide to what Diaz Polanco named as etnofagia , new process of cultural colonization . new mechanisms of transgression to cultural identity by neutralizing cultural resistance are imposed, the struggles are depoliticized , making more effective even quieter domination. We propose visualize these cultural "devouring " crossed by a discourse of globalization , under an assumed figure of inclusion
Keywords: Identity, Cultural, Coloniality, ethnofagia
Si el futuro se transforma en una caja de sorpresas, el conservador grita, con toda razón: “Me han traicionado" y los ideólogos de la impotencia, los esclavos que se miran a sí mismos con los ojos del amo, no demoran en hacer escuchar sus clamores.
Eduardo Galeano
En el imaginario común cuando escuchamos la palabra genocidio, lo primero que se nos viene a la mente son los campos de concentración nazi, en la que secalculafallecieron aproximadamente seis millones de judíos, sin embargo, el mayor genocidio de la historia ocurrió en nuestras tierras, en lo que hoy llamamos América, (el continente, no E.E.U.U.). Considerado la mayor catástrofe de la historia (Katz, Todorov, Báez). La razón por la cual pensemos primero en las víctimas judías de la segunda guerra mundial y no en nuestros antepasados indígenas y africanos no es fortuita, es el producto de una dominación sin tregua, que ha mostrado diferentes caras, genocidio, etnocidio,transculturización, memoricidio y etnofagia. Expresiones que se sobreponen, se confunden, se ocultan y mutan.
No sólo la Monarquía y la Iglesia justificaron el proceso de la conquista, tambiénteóricos queen nombre de la Razón Ilustrada, legitimaron la mayor masacre que ha vivido el mundo. Según su lógica, se debía civilizar a esos seres “inferiores”, “atrasados”, “salvajes” para calar dentro del orden previamente establecido por el capitalismo. Mientras en Francia se redactaba la carta de los derechos del hombre y del ciudadano, en las colonias francesas se perseguía a quienes proclamaban las mismas banderas de libertad e independencia.Ginés Sepúlveda(citado por Baez, 2008)justifica la colonización como un acto de bien:
Siendo por naturaleza siervos los hombres bárbaros, incultos e inhumanos, se niegan a admitir la dominación, de los que son más prudentes, poderosos y perfectos que ellos, dominación que les traería grandísimas utilidades, siendo además cosa justa, por derecho natural, que la materia obedezca a la forma, el cuerpo al alma, el apetito a la razón, los brutos al hombre, la mujer al marido, los hijos al padre, lo imperfecto a lo perfecto, lo peor a lo mejor, para bien universal, de todas las cosas. Éste es el orden natural que la ley divina y eterna manda observar siempre. p.44
Este pensamiento refleja la lógica del Imperio, en la que se pretende naturalizar la dominación, inclusive se le atribuyen causas divinas a esa dominación, en la que el dominado y la dominada debenestar agradecidos por esta“salvación”
Esta jauría que denominaron “proceso civilizatorio”, produjocasi el 90% de muertes en una población indígena calculada en unos setenta millones de habitantes. (Báez,p. 379).Además de las atrocidades cometidas contra la población, y el saqueo de las riquezas materiales de estas tierras, hubo un ataque permanente y sistemático a la identidad cultural, casi toda referencia simbólica a la cultura no-europea fue destruida, bienes culturales tangibles e intangibles, como la religión, la lengua,(Más de mil idiomas indígenas fueron prácticamente aniquiladas y sustituidas por seis lenguas europeas), templos, rituales, recetas medicinales, tradiciones, pinturas, tejidos, danzas, documentos, es incontable la perdida tanto humana como cultural de nuestros ancestros indígenas, que representa una mutación de nuestra propia identidad actual.Ángel Rama en Ciudad Letrada (1998) señala: “Es propio del poder que necesite un extraordinario esfuerzo de ideologización para legitimarse, cuando se resquebrajen las máscaras religiosas construirá opulentas ideologías sustitutivas” p.21.
El proceso de conquista y colonización de estas tierras ratificó el orden hegemónico Imperial. La prepotencia y ensañamiento del conquistador no provienen de decisiones individuales o de un pequeño grupo que actuaba independientemente del poder político y económico del Imperio de entonces. Este desprecio por el otro, en este caso expresado contra la cultura indígena, responde a una lógica establecida en la metrópoli europea, se configuró como discurso de orden maniqueista, civilización vs barbarie, progreso vs naturaleza, hombre vs mujer, norte vs sur,lo universal vs lo particular, lo lineal vs lo dialéctico, es decir, la razón ilustrada expandida.
Esa racionalidad europea del siglo XVIII, propone principios universales, por lo que descalifica lo particular, las localidades, cuando esa supuesta universalidad proviene de una localidad en específico, termina por considerar lo particular como lo universal, tal como lo apunta Díaz Polanco(2006), un particularismo que se disfraza de universalidad. Este criterio invisibiliza al otro. Lo aniquila desde lo más íntimo. Este sistema se constituye como cultura dominante, despreciando a la otredad, es decir, al diferente.
La Razón ilustrada hegemónica, en el sentido de supremacía general, que ha permeado las esferas públicas y privadas, se filtra en todo nuestro ser y hacer. Rigoberto Lanz (1991) afirma “…las relaciones de dominación se instalan en todos los sistemas de representación del individuo condicionando en formas diversas sus percepciones, su sensibilidad, sus criterios de realidad, su mentalidad (…) Existe todo un universo “invisible” de nexos y articulaciones e interacciones que se producen subterráneamente en cada sujeto las cuales operan con gran efectividad en la reproducción de la lógica de la dominación.” (p.69).En Gramsci (2013)la Hegemonía tiene un origen teórico y práctico que no excluye el momento coercitivo mientras más hegemónica es una clase menos necesidad tiene de la dictadura para conservar su dominio.
Castoriadis (2004), por su parte, propone la categoría de significaciones imaginarias sociales, la significación social dominante, nuclear, de la sociedad capitalista es la expansión ilimitada de un pseudo-dominiopseudo-racional. p. 32. Marcuse interpreta la Imaginación como “facultad cognoscitiva, capaz de trascender y de romper el encanto de las instituciones” (Díaz Polanco 2006, p. 183). Anderson plantea que la noción de América Latina como “Comunidades Imaginadas” a partir de la formación de las naciones, la interacción entre capitalismo e imprenta, el desarrollo de lenguas vernáculas de Estado.
Este imaginario se corresponde al establecido por una cultura colonial, como lo indica ParthaChatterjje(1996), “nuestra Imaginación ha sido también colonizada, ya que en el mundo postcolonialistasomos meramente consumidores de la modernidad, Europa y América (USA) son los únicos sujetos activos de la historia”.
Desde la identidad colectiva latinoamericana la pregunta ¿quiénes somos? Se ha planteado desde diferentes posiciones, además de filosóficas, también políticas, históricas, socio-culturales, La mayoría de estas posiciones coinciden en que nuestra condición histórica nos define, como a todos. Para aproximarnos a entender quiénes somos, es necesario una deconstrucción histórica, desde un paradigma crítico esto incluye revisar el discurso formal de nuestra historia, según quienes la escribieron, asumiendo críticamente que la historia que se nos ha enseñado desde la educación formal e informal es una historia construida desde un poder establecido, con intereses particulares, que esconde, subyace,disfraza, oculta nombres y hechos, e interpreta según sus intereses con el objetivo de mantener el status quo.
Entre las teorías que explican más allá de una simple descripción, el proceso de construcción de nuestra identidad se considera al Materialismo Histórico, partiendo desde la concepción “el ser social determina la conciencia social” (Marx); otras lecturas del materialismo, por parte de Gramsci, Lukacs niegan la visón determinista que le han atribuido al materialismo, para estos autores las estructuras “presionan” pero no determinan. “Las circunstancias hacen al hombre (y a la mujer) en la medida en que éste hace las circunstancias” Ideología Alemana.
Gramsci recupera al sujeto histórico y su capacidad para transformar la sociedad, para otros autores más contemporáneos, como Castoriadis, (2005) que coincide con Gramsci,la sociedad nos constituye mediante sus instituciones, familia, escuela, estado, medios de comunicación, religión entre otros, (superestructura) y le aporta a este planteamiento que también somos agentes creadores de nuestra realidad, somos creados y recreamos, en palabras de Castoriadis, “(…) los saltos, las rupturas, las discontinuidades,el lugar por el cual se acuña la potencia creadora de la imaginación, el que durante milenios los hombres (y mujeres)han imputado a la intervención de un espíritu o un dios”.
Esta visión denominada por Castoriadis como ensídica, representa una dimensión conjuntista e identitaria, es decir, la dimensión funcional instrumental y la imaginaria o poiética, podemos apreciar la influencia marxista y freudiana en este autor, al reconocer el rasgo de influencia que presentan las instituciones de la sociedad, y su aporte que es el Imaginario Social Instituyente, trasciende las funciones de las instituciones, está vinculado con algo más que nuestra razón. Definitivamente es una teoría compleja, que se aleja de las concepciones tradicionales y se aproxima de forma asertiva.
Las relaciones de poder que prevalecen actualmente en el sistema-mundo se deben analizar desde una visión histórica, las clasificaciones Norte – Sur, Oriente – Occidente, son categorías construidas desde un centro de poder, que se ha ido configurando y transformando con el devenir del tiempo y de los nuevos contextos. Este centro de Poder, conocido como Imperio, se ha ido adaptado a nuevas y más efectivas formas de dominación.
Negri y Hardt, (2006) en su conocida obra Imperio, hacen una distinción entre el Imperio e Imperialismo, entendiendo a la primera como la fase de expansión del colonialismo, a través de la construcción de Estados Naciones con limites definidos y un centro de poder establecido, por otra parte el Imperialismo, para estos autores, no establece un centro territorial definido, se diluye entre las fronteras, se desterritorializa, el flujo de capital se mueve al margen de las fronteras establecidas, obedece a un nuevo orden económico, una lógica diferente, en la cual El Imperio es el nuevo sujeto político.
Atilio Borón (2004) no coincidecon esa distinción que hacen Negri y Hardt entre Imperio e imperialismo,este autorlo interpreta como una nueva fase del imperialismo, explica que los actores estratégicos no han cambiado, son los mismos, (las empresas trasnacionales pero con base nacional en los países industrializados, es decir en los EEUU y parte de Europa ). Castoriadis plantea de forma diferente la situación, para este autor, no se trata de Imperialismo, sino más bien como una “especie de potencia inhumana, sin rostro, una explosión de los agentes institucionales y hasta un doblegamiento de estos agentes institucionales a esa tendencia histórica” (p. 32). Castoriadis lo clasifica como el Niágara histórico, no existe una conspiración del gran capital, “no hay malvados particulares”.
En este sentido, Renato Ortiz (2005) explica los rasgos fundamentales del imperialismo, primero, su dimensión económica, una alianza existente entre el Estado, las ganancias de los capitalistas y la expansión de los mercados y de las finanzas, la formación de monopolios internacionales divide el mundo entre los capitalistas, sometiendo a los otros países a la lógica de sus intereses. Segundo rasgo, es la dimensión ideológica cultural, que Ortiz señala como Imperialismo Cultural.
El proceso de globalización, para quienes muchos empezó una fase en el proceso de colonización, y se ha perfeccionado gracias al desarrollo de la técnica, ha tenido como critica de diversos sectores sociales, homogeneización cultural, es decir, la cultura dominante, entiéndase, la cultura estadounidense, como mejor y única, la cual es difundida por los diferentes medios, TV, cine, Internet; a tal punto, que no es difícil encontrar a un joven en Indonesia usando las mismas prendas y la misma música que un joven neoyorkino.
La Industria Cultural, lugar social de la Ideología, en palabras de Ludovico Silva, “En esa Industria (cultural) no sólo se gana dinero y se acumula capital, como en cualquier otra industria, en la Industria cultural se produce además, un ingrediente específico: Plusvalía ideológica.” Entendiendo la Ideología como conjunto de valores y creencias destinadas a impedir que se perciba la verdadera condición de sometimiento en un grupo o nación.
Alienación para Marx, es una ruptura entre el sujeto y el objeto producida por su acción, en el proceso de producción del objeto, una de las formas de enajenaciónse produce cuando los seres humanos son alienados de sus semejantes debido a que su trabajo privado los ha convertido en seres humanos que solo compiten entre sí en búsqueda de la ganancia privada. Marx y Engels desarrollaron este concepto ampliamente, para estos alemanes, la Ideología es un conjunto de ideas, actitudes y creencias que son capaces de afectar nuestras percepciones sobre la manera en que funciona el mundo. La Ideología, como lo explica Ludovico Silva es la falsa conciencia. En la obra La Ideología alemana, Marx y Engels apuntan:
Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época (…) la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material, dispone al mismo tiempo de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente. P.62
Recordemos la pregunta que hicimos al inicio, Sobre ¿cuál ha sido el mayor genocidio de la historia?, esta pregunta se relaciona con el Imperialismo cultural, que hablaba Ortiz, “La comunicación de masas es el instrumento por excelencia del imperialismo cultural”. El terrible genocidio del pueblo indígena, no ha sido tema central de la Industria cultural, no porque haya ocurrido hace más de 500 años, ya que la antigua Roma sigue siendo tema para muchos guiones. (Guerra de titanes, Troya, El Gladiador) es porque las grandes industrias culturales, como dice Ludovico, no es sólo una industria de interés económico, responde también a intereses políticos, las grandes industrias del cine no les conviene recordar esa historia que apunta hacia el memoricidio histórico.
Sin caer en el marxismo ortodoxo, y evitando ser ingenuos, podemos afirmar que nuestra identidad como sujetos y como colectivo se encuentra atravesada, por un sistema de ideas (ideología) hegemónicas, que se ha expresado de diferentes formas, el imperio de ayer, durante la colonia y el de hoy, expresado como neoliberalismo, desde entonces ha tenido un carácter uniformador, homogeneizador que desprecia la diversidad y en esta etapa busca manipular la diversidad.
En este sentido, autores como Renato Ortiz (2005), Díaz Polanco (2006), analizan las nuevas caras del Imperio, como las relaciones y políticas culturales han ido variando, para convertirse en formas de dominación más sutiles, que igualmente buscan disolver las expresiones culturales particulares sólo que con mecanismos menos evidentes. Para este antropólogo, el discurso de la homogeneización cultural carece de fundamentos. Polanco afirma en su obra Elogio a la Diversidad lo siguiente:
( …) No es que el sistema haya abandonado el propósito de someter a sus leyes a todas las sociedades. Por el contrario, uniformar la dominación del capital es un impulso primigenio que se mantiene invariable. Pero los capitanes del capital han descubierto que la homogeneidad del mundo bajo su dominio no pasa necesariamente por la uniformidad cultural a la vieja usanza, la del colonialismo y el imperialismo temprano, y que la valorización de la diversidad, según la lógica de promover cierta politización de la cultura que provoca la despolitización de la economía y la política misma, favorece sus metas. (p. 18)
Díaz Polanco se apoya en otros autores como Giddens, Augé, FredricJameson,Bauman, Hart y Negriquienes ya se habían adelantado al tema, ellos coinciden en cómo el proceso de globalización crea nuevas identidades. Bauman dice: las identidades no son un factor opuesto a la globalización, sino que por el contario la favorecen. Bauman hace una diferenciación entre identidades e identificaciones. Las identidades están construidas sobre lo colectivo y lo histórico y las identificaciones obedecen a los cambios que produce la globalización, “funcionan cuando las comunidades han sucumbido al influjo individualizador” (p. 175) es decir, son unas identidades individualizadas sin sustento colectivo. Los pueblos indígenas de Latinoamérica son un ejemplo de identidades con sólido fundamento colectivo, por lo tanto es una espina para el sistema, permanecen en la batalla de las identidades, o como dice Bauman, la batalla por el reconocimiento.
Recapitulando, para estos autores, el proceso de globalización no sólo no homogeiniza sino que crea alteridad, y se fortalece. Bauman explica que el proceso denominado multiculturalismo, es una forma de disfrazar un proceso de engullimiento cultural. Hardt y Negri explican al Imperio como una “máquina de integración universal, una boca abierta con un apetito infinito que invita a todos a ingresar pacíficamente en sus dominios” (p. 163). En un primer momento el Imperialismo muestra un rostro magnánimo, sin importar las diferencias de credo, color, género. “Dejar de lado las diferencias significa, en efecto, eliminar el potencial de las diversas subjetividades constituyentes potencial de las diversas subjetividades constituyentes”. De este modo se suprime las potenciales resistencias que se manifiestan cuando son enfrentadas.
Ortiz afirma que las nuevas formas de flujo del capital, trasnacionales cada vez menos vinculadas con su país de origen, grandes conglomerados culturales, “pulpos mediáticos” distintas fusiones comerciales, forman un proceso de mundialización de la cultura, “conjunto de bienes y de expresiones simbólicas desterritorializadas” que conforman un imaginario mundializado.
Estos autores coinciden en que el Imperio comprendió que es prácticamente imposible suprimir del todo la diversidad étnica o cultural, a pesar de tantos intentos de eliminar o al menos “neutralizar” las diferencias culturales, la diversidad es consustancial a todas las sociedades, es por ello, que el capitalismo ha cambiado de estrategia, ha adaptado mecanismos más complejos, entre ellos el multiculturalismo, anuncia la inclusión de la diversidad, con el fin de suprimir la resistencia y usarlas a su favor. Hard y Negri, en su muy criticada obra Imperio explican como el aparato de dominación imperial “engulle al otro”, por lo queDíaz Polanco denominará esto como etnofagia, que explica con las siguientes palabras:
“Es el proceso global mediante el cual la cultura de dominación busca engullir o devorar a las múltiples culturas populares, principalmente en virtud de la fuerza de gravitación que los patrones nacionales ejercen sobre las comunidades étnicas, es la adopción de un proyecto de más largo plazo que apuesta al efecto absorbente y asimilador de las múltiples fuerzas que ponen en juego el sistema” P.158
Las fases que explica Díaz Polanco son, fase Inclusiva, el poder dominante acepta o hasta exalta el valor de las diferencias culturales, como los valores indígenas, en esta fase el estado tiene un papel importante, como mediador y protector, en la fase diferencial, los líderes o voceros de los grupos, una vez que se sienten reconocidos, y sienten que pueden participar en la toma de decisiones, se les envuelve para convertirse en promotores de la integración “por voluntad propia” mientras se convierten en ideólogos y agentes de nuevas prácticas asimiladoras sin darse cuenta. El objetivo de esta estrategia del neoliberalismo es politizar la cultura y despolitizar la economía.
Zizek, (citado por Díaz Polanco) nos recuerda “esta tolerancia liberal reproduce el funcionamiento elemental postmoderno de acceder al objeto solo en tanto éste está privado de su sustancia (…) tanto así nos llevamos muy bien con el Otro étnico privado de la substancia de su Otredad”. En este sentido, la propuesta de Díaz Polanco se resume en el autonomismo, que reconoce en el Otro la potencia para vivir bien en el mundo. El multiculturalismo es un recurso artificial que manifiesta una inclusión que termina diluyendo dentro de la lógica del sistema capitalista mundial.
El autonomismo, la soberanía, la autodeterminación, rescate de la memoria históricasigue siendo las auténticas banderas de la diversidad, que trascienda las fronteras del estado-nación, al fin y al cabo aunque son realidades particulares, las injusticias son por causas de un sistema económico mundial, que ha adquirido nuevas formas de manifestarse, por lo tanto la lucha es también global, del que ha estado en posición de dominado y dominada.
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SILVA, L. (S/F) La Plusvalía Ideológica. Caracas: UCV
*Profesora de la cátedra de sociología y antropología de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UC. Magister en Enseñanza de las Ciencias Sociales. Doctorante en Ciencias Sociales de la UC.