NOTAS FINALES ENTORNO A LA CUESTIÓN DEL MÉTODO

DE LA FILOSOFÍA AUSTRIACA Y SU HISTORIA

 

Joseph Alexander Freire López

Centro Henry Hazlitt, 

Universidad Francisco Marroquín, 

6 calle final zona 10, Guatemala, C. A.

 

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 orcid.org/0000-0003-1447-8745

 

Resumen: El significado de Individualismo Metodológico ha sido uno de los conceptos más diversificados y es uno de los principios metodológicos básicos de las ciencias sociales. Indica un procedimiento de investigación ordenado, repetible y autocorregible cuyo objeto de estudio son los individuos y su conjunto de saberes, creencias y pautas de conducta. El método no implica en absoluto el supuesto de omnipotencia o libertad total de los individuos, donde las diversas situaciones del fenómeno complejo llamado sociedad es resultado de las prácticas de individuos cuyo actuar limitado favorece el actuar de los mismos individuos.

 

Palabras clave: individualismo metodológico, libertad, epistemología, individuo.

 

Abstract: The meaning of Methodological Individualism has been one of the most diversified concepts and is one of the basic methodological principles of the social sciences. It indicates an orderly, repeatable and self-correcting research procedure whose object of study is individuals and their set of knowledge, beliefs and behavior patterns. The method does not imply at all the assumption of omnipotence or total freedom of the individuals, where the diverse situations of the complex phenomenon called society is the result of the practices of individuals whose limited action favors the actions of the same individuals.

 

Keywords: methodological individualism, epistemology, individual, freedom.

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El padre fundador de la Escuela Austriaca, Carl Menger (1840-1917), fue uno de esos tres economistas que hicieron la revolución marginalista y cuya contribución al auge de la economía neoclásica fue a propósito de la publicación de sus “Principles of Economics” (Grundsätze der Volkswirtschaftslehre, 1871)[1], fue el primero en la esfera de la economía alemana en abogar por el Individualismo de forma metodológica[2] y de establecerlo como principio esencial para la investigación científica social siendo el `subjetivismo´ su sello distintivo utilizando un enfoque genético para la definición del origen de las instituciones sociales[3],[4].

          Principles of Economics, fue un trabajo sobre teoría económica sustantiva, que contiene solo algunas observaciones dispersas sobre su método. Este último tema será tratado más íntegramente unos diez años más tarde en el segundo trabajo importante de Menger: “Problems of Economics and Sociology” (Untersuchungen über die Methode der Socialwissenschaften und der Politischen Oekonomie insbesondere, 1883) y la que Menger propone una nueva metodología[5] en que la ciencia económica y los métodos propios de ella son de naturaleza teórica, es decir, por abstracción y deducción.[6] La nueva metodología austríaca que trazó una línea lógica entre las acciones de los individuos y los efectos de éstas se conoció más adelante como Individualismo Metodológico[7] (de aquí en adelante, IM). Señaló que los fenómenos económicos, descansaban inequívocamente en las decisiones, preferencias y valoraciones subjetivas de los individuos[8]. Desde su fundación, este método, se ha opuesto a un gran número de doctrinas nominalmente diferentes, pero más comúnmente al colectivismo metodológico y al holismo[9], donde los fenómenos sociales son entendidos como el resultado de la totalidad de las experiencias, es decir, como una síntesis[10].  Síntesis, entendida como un modelo de evolución emergente en el cual la idea de `mundo social´ es un universo con orden jerárquico en diferentes niveles; donde cada nivel superior o social, surgido de uno inferior o individual, es irreductible al nivel inmediatamente inferior, es decir, que la sociedad y sus fenómenos jamás podrían ser reconducidos a los elementos fundacionales que lo componen, a saber, los individuos[11].

          En la época de Menger, sus propuestas consideraban al individuo, teórica y conceptualmente hablando, como el único que, partiendo de sus instintos[12], relaciones e interacciones, produce el fenómeno de las instituciones, así como el de la sociedad, pues, son los únicos poseedores de toda conciencia y de toda voluntad, es decir, que quien quiera entender teóricamente los fenómenos sociales en su conjunto, deberán intentar regresar a sus elementos verdaderos constitutivos. A los fenómenos individuales. Por tanto, investigar las leyes mediante las cuales las primeras se construyen a partir de las últimas[13].

Los seguidores inmediatos de Menger aceptaron su `método atomístico[14]´, así como sus límites. Entre los economistas austríacos, es sobre todo Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek, especialmente éste último es quien ha seguido a Menger sobre todo en cuestiones metodológicas.

          El economista austriaco Ludwig von Mises (1881-1973), desarrolló sus postulados en la periferia del IM y aunque nunca fue su alumno, fue, como economista, muy influenciado por Menger[15] y eventualmente se convirtió en el principal representante de la Escuela de Economía Austriaca.[16]. Empero, no compartió todas las ideas de Menger sobre la `metodología atomista´. Según Mises, “Menger estaba demasiado bajo el dominio del empirismo de John Stuart Mill para llevar su propio punto de vista a sus consecuencias lógicas completas[17]

La primera discusión y defensa de Mises del IM fue en “Socialism. An Economic and Sociological Analysis (Die Gemeinwirtschaft, 1922). Primero entre los economistas austríacos, Mises explícitamente insistió en que la acción económica es una acción racional. El IM se sigue como consecuencia de este hecho[18]Para Mises, el lenguaje es una condición previa para el pensamiento y la acción racional, es decir, prerrequisito de toda la vida social, por tanto, condición previa para la cooperación y su consecuencia lógica, la sociedad. La sociedad, fundamentada en la cooperación, toma la forma de división del trabajo. Entonces, a la pregunta de ¿cómo surge la sociedad de las acciones de los individuos? es pedir una explicación de la división del trabajo. La explicación, según Mises, es simple: “El progreso en la división del trabajo depende completamente de la realización de sus ventajas, es decir, de su mayor productividad”[19]. Al igual que Menger, Mises reconoce dos tipos de orden social: organizaciones y organismos; las primeras son entendidas como creaciones conscientes, y las segundas como resultado del crecimiento. Mises también está influenciado por Herbert Spencer, y es probablemente de él[20], que desarrolla una segunda forma de establecer la distinción anterior: “La organización es una asociación basada en la autoridad, el organismo, caso contrario, está basado en la mutualidad”. La Organización es el estado, el Organismo es el mercado y no permite que el primero interfiera con el segundo[21]El primer desarrollo formalmente explícito de Mises acerca del IM está en el artículo “Sobre el desarrollo de la teoría subjetiva del valor” (Vom Weg der Subjektivistischen Wertlehre), publicado por primera vez en 1929 e incluido en su “Epistemological Problems of Economics” (Grundprobleme der Nationalökonomie, 1933). En este artículo, Mises identifica el individualismo con el nominalismo y lo opone al universalismo (Universalismus). Retomando este tema, con mayor extensión, en otro capítulo del mismo libro: “La tarea y el alcance de la ciencia de la acción humana” (Aufgabe und Umfang der allgemeinen Wissenschaft von menschlichen Handeln, 1933), que además de ser el ensayo principal, es un trabajo preparatorio para su magnum opus Human Action[22]. De lo anterior, se sigue que Mises utiliza un argumento epistemológico[23] para respaldar un procedimiento basado en el IM, en el que las ciencias sociales toman al `individuo´ como su punto de partida empírico[24], ya que solo el ser humano individual se entrega inmediatamente a la experiencia. Este argumento epistemológico se apoya en la tesis ontológica de que solo existen seres humanos individuales y que las entidades colectivas, categorialmente, existen solo en las acciones de los individuos. Así, el IM es asociado intrínsecamente con el nominalismo.

Según Mises, el desarrollo del IM en los siglos XVIII y XIX, que suplantó al realismo conceptual o al universalismo más antiguo, fue la revolución copernicana de las ciencias sociales.[25]

Mises vuelve al tema del IM en su más importante trabajo, “Human Action. A Treatise on Economics” (1949), pero poco agregará a su tratamiento anterior. El IM aparece ahora como una implicación de la `Praxeología´.  Al igual que en “Epistemological Problems of Economics”. Mises introduce el tema del IM discutiendo su relación con el tema del nominalismo vs realismo, pero ahora con una relación más incierta entre el IM y el nominalismo[26], pues, parece sugerir que el problema del individualismo vs colectivismo no tiene nada que ver con el nominalismo vs realismo.

En este asunto, es necesario aclarar que, él, usa el término “colectivismo” en dos sentidos, rechazándolo en un sentido y aceptándolo en otro[27]; “si simplemente se afirma que los individuos se asocian y cooperan para ciertos fines, el colectivismo es bastante legítimo y compatible con el IM”[28], es decir, de entrada lo interpreta nominalmente y lo acepta, pero en la medida en que el colectivismo a ultranza afirma que las entidades colectivas tienen una existencia independiente o separada de los seres humanos individuales y en la medida en que su método dota a estas entidades colectivas de mentes, propósitos e intereses propios, es decir, de realidad pura, Mises lo rechaza[29]. Por tanto, él acepta la existencia de entidades colectivas; sostiene que las totalidades colectivas, como, e. g., naciones, estados, municipalidades, partidos, comunidades religiosas, tienen existencia, pero en un sentido nominal; “los conjuntos colectivos no existen ‘allá afuera’, existen en las mentes y en los actos de los individuos, y como tales, determinan el curso de los eventos humanos[30], pues, “la sociedad misma no es ni una sustancia, ni un poder, ni un ser actuante”[31] .

Mises, no acepta la existencia real de totalidades colectivas; él solo acepta que los individuos usen conceptos colectivos como resultado de un ejercicio especulativo y que resulte en hablar de la sociedad[32], es decir, como vía ontológica para explicar el mundo social. De esto se sigue que el concepto colectivo, a pesar de carecer de existencia real, sí determina las acciones de los individuos. Epistemológicamente hablando, por tanto, el IM es el procedimiento apropiado para explicar la acción humana.[33]

          El IM es también un tema sustancial en “Theory and History” (1957) y en “The Ultimate Foundation of Economic Science” (1962)[34], empero, no representa un avance sustancial en la problematización tanto metodológica, epistemológica y ontológicamente hablando, es decir, mantiene las opiniones anteriores sobre este asunto.

          En general, el IM de Menger a Mises se ha plantea con un fundamento más ortodoxo al respecto de su aplicación. Mises concibe al IM como un principio a priori, es decir, epistemológica y ontológicamente hablando, el IM es la única forma correcta de proceder en las ciencias y, por tanto, universalmente aplicable a las ciencias de la acción humana: praxeología e historia.[35]; rechazando la idea de una ciencia social distinta de la praxeología y la historia, donde “[…] no hay ciencia de la sociedad, solo ciencias de la acción humana[36]

          La versión de Mises del IM deriva en parte de Menger y en parte de Weber[37]. Para Mises el IM se sigue de una teoría de la acción y de una interpretación subjetivista de la realidad social[38]. Por tanto, el IM en Mises se resume a que una de sus principales tareas es describir y analizar totalidades colectivas en términos de individuos. Este principio metodológico está afianzado por el argumento epistemológico que solo puede aplicarse a lo colectivo como efecto nominal y la tesis ontológica de que `el colectivo´ existe solo en las mentes y en las acciones de los individuos. Pero Mises también formula el IM como una tesis sobre la causalidad social. De manera más general, sostiene la tesis ontogenética de que los conjuntos colectivos[39] son el producto de la acción humana, que a su vez son el resultado de ideas sostenidas por individuos.[40]. Desde esta perspectiva, El IM de Mises resulta ser una especie de “idealismo subjetivo” opuesto, principalmente, al materialismo marxista[41].

          Con Friedrich August von Hayek (1899-1992) el tratamiento metodológico, epistemológico y ontológico del IM austríaco llega, aparentemente, a su fin. Es un tratamiento menos radical que la de su predecesor, Ludwig von Mises, y está basado en la premisa de que los seres humanos son seres sociales y culturales[42]Está basado en las ideas de Max Weber, Alfred Schutz[43] y Ludwig von Mises, pero quizá sea una versión más original y refinada tomada directamente de Carl Menger. La preocupación de Hayek entorno al IM es `comprender y explicar´ cómo deducimos la acción humana. Su objetivo parece ser justificar una metodología subjetivista por argumentos epistemológicos[44]. Pero su epistemología va más allá y resulta ser de naturaleza ontológica, como la de Mises[45], donde no solo nuestro conocimiento de la sociedad se limita al conocimiento sobre las ideas y creencias de los individuos, la sociedad, en sí misma, está formada por las ideas y creencias de los individuos. Esta es la razón por la cual el conocimiento de la sociedad es conocimiento sobre las creencias de los individuos[46].

          En su conferencia inaugural en la London School of Economics en 1933, Hayek presentó algunos de los temas principales de su trabajo futuro y continua el tratamiento epistemológico del IM[47]. Un año después, escribió una introducción a una reimpresión de “Principles of Economics” (1934) de Menger, en el, dedica un espacio considerable al trabajo metodológico de Menger en la parte de “Problems of Economics and Sociology” sostiene que: “[…] (esto es) apenas menos que un logro […]; su énfasis en la necesidad de un método de análisis atomista estrictamente individualista. Si el individualismo metodológico ahora está separado del individualismo ético y el elemento subjetivo ha sido desarrollado por los economistas austriacos, […] se debe en gran parte a la brillante reivindicación de Menger en este libro”[48]. Aunque en la actualidad, tal distinción no ha resultado del todo clara, especialmente a los sociólogos de corte estructuralista y esencialista[49].  

          En 1937 apareció “ “Economics and Knowledge”. En este trabajo, Hayek, cuestionó no solo la teoría del equilibrio general, sino también la praxeología de Mises, y finalmente condujo a una división dentro del movimiento austriaco[50]. Hayek, argumentó que el análisis de equilibrio y la praxeología son tautológicos y no dicen nada sobre la realidad; propone, como solución general, trabajar y comprender los tipos ideales, como sugiere Max Weber[51]: “A particular problem is the assumption of isolated individuals, which fails to account for the interdependence of people’s plans. For equilibrium to be possible in the real world, individuals would have to know the plans of other individuals. Game theory is one attempt to deal with this interdependence, but it does not solve the problem of knowledge”[52].

          La principal fuente para la comprensión de las ideas de Hayek sobre el IM son la serie de ensayos ya mencionados del “Scientism and the Study of Man” (1942-4), los cuales aparecen con mucha más fuerza en la primera parte de “The Counter-Revolution of Science” (1955)[53]. Este es el primer trabajo critico contra el `cientificismo´; la aplicación mecánica y acrítica de los hábitos de pensamiento, tomados de las ciencias naturales y aplicados en las ciencias sociales[54]. En contraste con el carácter objetivo de los fenómenos naturales, Hayek enfatiza la naturaleza subjetiva de las acciones humanas aclarando que: “In fact, most of the objects of social or human action are not ‘objective facts’ in the special narrow sense in which this term is used by the sciences and contrasted to ‘opinions’, and they cannot at all be defined in physical terms. So far as human actions are concerned the things are what the acting people think they are[55]

          Para ilustrar su subjetivismo[56], Hayek da algunos ejemplos de las ciencias sociales. El primer ejemplo, presumiblemente tomado de la antropología funcionalista, se refiere a los conceptos de ‘herramienta’ e ‘instrumento’. Tales conceptos el de ‘martillo’, e. g., no pueden definirse por sus atributos físicos, sino que deben definirse en términos de su función, o el “propósito para el cual los hombres piensan que puede ser utilizado”. Desde la arqueología, Hayek toma el ejemplo del problema de determinar si lo que parece ser un implemento de piedra es en verdad un `artefacto´ hecho por el hombre o simplemente un producto casual de la naturaleza. Según él, la única manera de responder a esta pregunta es “tratando de comprender el funcionamiento de la mente del hombre prehistórico, de intentar comprender cómo él habría hecho tal instrumento”. Un último ejemplo se refiere a un problema que pertenece a la economía, pero que ocurriría como un problema solo en la historia o la antropología económicas, al referirse que “la historia de cualquier mercancía en particular muestra que a medida que el conocimiento humano cambia, la misma cosa material puede representar categorías económicas bastante diferentes”[57]Esto no implica, sin embargo, que el objetivo de las ciencias sociales se limite a investigar las mentes de los seres humanos individuales. Las ciencias sociales están interesadas en las estructuras sociales, pero los verdaderos elementos de las estructuras sociales son las ideas y creencias existentes en la mente de una pluralidad de individuos[58], por tanto, para Hayek el fundamento último de interés para las ciencias sociales será la estructura de la mente de los individuos.

          El subjetivismo de Hayek no debe interpretarse como que implica que el científico social solo debe usar las ideas y conceptos que se emplean en la vida cotidiana[59], estos son solo el punto de partida; los elementos a partir de los cuales el científico social construye gradualmente su modelo de la estructura social. Además, el método propio de las ciencias sociales no se limita al uso de tales conceptos que guían a los individuos en su actuación, porque los fenómenos sociales son “el resultado involuntario o no diseñado de las acciones de muchos hombres”[60].  Así, El subjetivismo y el individualismo de las ciencias sociales poseen un aspecto importante y claramente diferenciado de las ciencias naturales en donde la diferencia fundamental es, ante todo, epistemológica, y Hayek la usa en apoyo de su IM. En las ciencias naturales se observan fenómenos complejos; cosas materiales que, para su explicación, deben analizarse en sus partes componentes; su método, por lo tanto, es ‘analítico’. En las ciencias sociales, el método es diametralmente opuesto; conocemos por conocimiento directo solamente al margen y su conjunción; los individuos, a partir de los cuales deben construirse los fenómenos complejos. El método de las ciencias sociales, por lo tanto, es `compositivo o sintético´[61] y los fenómenos complejos a los que el científico social debe prestar su atención exclusiva son aquellos fenómenos que son los resultados no intencionales de la acción consciente de muchos hombres[62].

 El IM de Hayek también se expone en un artículo del mismo período, “The Facts of the Social Sciences” (1943), que es una declaración concisa de sus puntos de vista sobre la metodología de las ciencias sociales[63], pero da un paso más allá en relación con el método de Mises. Los hechos sociales, que incluyen no solo acciones humanas y lenguaje escrito, sino también `cosas´ como herramientas, alimentos, medicinas y armas, son subjetivos en contraste con el carácter objetivo de los hechos naturales. Los `conjuntos colectivos´ no son observables, y no existen como objetos definidos, independientes de las teorías que la gente tiene sobre ellos. Las totalidades colectivas, dice, Hayek, son creadas por un acto de construcción o interpretación mental. Es decir, los términos que denotan totalidades colectivas se refieren a ciertas actividades de individuos[64]. Hayek, se pregunta: “What then are the essential characteristics of true individualism?” y con esta premisa, abre la puerta a la posibilidad de aclarar el tema. Respondiendo que: “The first thing that should be said is that it is primarily a theory of society, an attempt to understand the forces which determine the social life of man, and only in the second instance a set of political maxims derived from this view of society” [65]

          Ante esta máxima, se logra deducir la consecuencia lógica de llevar a otro nivel el subjetivismo como fundamento epistemológico del IM, tarea que ningún otro austriaco que lo precedió, intento jamás. Para Hayek, la respuesta epistemológica por excelencia será que: “its basic contention […] is that there is no other way toward an understanding of social phenomena but through our understanding of individual actions directed toward other people and guided by their expected behavior. This argument is directed against the properly collectivist theories of society which pretend to be able directly to comprehend social wholes like society, etc., as entities sui generis which exist independently of the individuals which compose them[66].

          En síntesis, el significado subjetivo que los individuos atribuyen a las acciones y las cosas son solo el punto de partida. La verdadera tarea de las ciencias sociales es construir y explicar fenómenos sociales (complejos) a gran escala. Esto se hace construyendo modelos de acciones individuales y sus consecuencias no intencionadas e involuntarias. El significado subjetivo que los individuos atribuyen a sus acciones (y a las cosas físicas) son los elementos a partir de los cuales el sociólogo constituye `totalidades sociales´. El IM de Hayek es tanto de procedimiento como sustantivo en donde el individuo es el punto de partida, pero también el final; la explicación última de todos los fenómenos sociales es en términos de individuos, sus acciones y las consecuencias de estas acciones.                                                          

          Al igual que Menger, Hayek está especialmente interesado en la evolución de las instituciones sociales, como consecuencias no intencionadas de las acciones individuales; instituciones que tiende a verlas como convenciones, al estilo de Hume. el IM de Hayek es, como el de Weber[67] y Mises, inseparable del subjetivismo. La sociedad existe solo en las mentes y acciones de los seres humanos individuales. Las totalidades sociales no existen como objetos definidos, a la par de las unidades naturales, como las cosas físicas y los organismos biológicos. Conceptos tales como sociedad, capitalismo e imperialismo son abstracciones populares, y los conceptos utilizados por las ciencias sociales, como gobierno, comercio o ejército, son construcciones teóricas. Pero ni los conceptos colectivos de la vida cotidiana, ni los de las ciencias sociales, independientemente de cualquier idea o teoría, denotan colectivos reales.

          Por último, el análisis resultante del `atomismo´ de Menger y su influencia en el `apriorismo´ de Mises, pero quizá, con mayor presencia en el `subjetivismo´ de Hayek, se puede resumir, ad hoc, de la siguiente manera: su intención son las ideas en la mente de las personas, su extensión son las acciones de los individuos.

 

additum epilogum

 

El significado de Individualismo Metodológico ha sido uno de los conceptos más diversificados[68], alejándose cada vez más de su acepción fundamental[69] por lo que otrora fuera el método deductivo teórico de las ciencias naturales exactas entendido a cabalidad por su descubridor Carl Menger[70], por lo que siguiendo la distinción hecha por los principales representantes de la Escuela Austriaca, el tratamiento terminológico que se asumirá en el presente trabajo será bajo el auspicio conceptual de Individualismo Metodológico (de aquí en adelante IM).

El IM es uno de los principios metodológicos básicos de las ciencias sociales y trata sobre explicaciones científicas de cualquier fenómeno social teniendo como desiderátum su conocimiento y concatenación hasta el nivel genético o basal que ayude a explicar por qué y entender el cómo[71] de los fenómenos sociales analizados aisladamente[72] partiendo de los estados mentales de los individuos[73].  Trata del estudio de un comportamiento arraigado en la vida en sociedad por medio de la reconducción y desenvolvimiento de sus hechos comportamentales más complejos a sus elementos más basales, indagando así en sus regularidades genéticas. Es decir, consiste en el hecho de reconducir los fenómenos humanos a sus más originales factores constitutivos atribuyéndoles una disposición lógica conforme a su naturaleza, proponiendo teorías que expliquen momentáneamente dichos factores y finalmente, buscar las leyes[74] según las cuales se afirme una relación constante entre las regularidades comportamentales genéticas o basales y los complejos fenómenos sociales. Por tanto, el IM se concibe como un método científico de corte teórico que estudia y explica la acción e interacción humana y sus efectos.

 

De lo ontológico a lo epistemológico

 

El IM y toda su orientación ontológica y epistémica indica un procedimiento de investigación ordenado, repetible y autocorregible cuyo objeto de estudio son los individuos y su conjunto de saberes, creencias[75] y pautas de conducta permitiendo desenvolver su linaje comportamental hasta llegar a la actitud genética o basal de cualquier fenómeno social -e. g., las instituciones como el dinero, la religión, el lenguaje, la democracia, el sufragio, etcétera- y así poder conocer, describir y formular proposiciones existenciales que describan su origen y función. Es decir, se conforma en una herramienta de análisis de investigación que integra unidades cognitivas[76] que permiten abordar más de una esfera del comportamiento humano, lo que permite elevar la dinamicidad de sus resultados a la generalidad y totalidad de los elementos que de suyos son sujeto de estudio. El individuo.

El fundamento ontológico del IM es el individuo y los fenómenos sociales deben su existencia fundamental a estos últimos. Más estrictamente sostiene que el único objeto de estudio es el individuo y la sociedad es el resultante causal de sus interacciones, es decir, los fenómenos sociales no son más que configuraciones de fenómenos individuales; de acciones e interacciones entre individuos. Pero cuando hablamos de su cualidad, el IM busca dar cuenta de explicaciones que representen mejor los resultados sociales producto exclusivo de la acción de entidades individuales y de sus estados mentales[77] combinadas de un cierto modo, donde lo social, deónticamente hablando, depende de propiedades y relaciones a nivel individual.

El IM está plagado de juicios de valor y en actualidad no es de uso exclusivo de ninguna escuela en particular. Pero una diferencia importante entre el IM de las Ciencias Sociales de la Escuela Austriaca y el IM que distintas escuelas de la Sociología crítica y aplica es que ésta última lo interpreta como un modelo atomístico[78] de análisis o un colectivismo metodológico[79] y más recientemente aún lo vincula el método a la teoría de las organizaciones y el emergentismo[80]. Formas incorrectas todas de interpretar y aplicar el auténtico fundamento científico que el IM representa, pues, el IM no postula que sólo las propiedades de los individuos y no sus interacciones son explicativas, es decir, no indica que sólo existen efectos de agregación y no de composición[81], al contrario, desde los efectos de composición postula explicaciones causales partiendo, metodológicamente hablando, desde la entidad ontológica irreductible entendida como individuo[82]. Por otro lado, y contrario a un enfoque totalizador[83] propio del método de la sociología, el procedimiento del IM no implica explicaciones de tipo individualizadas[84], al contrario, se identifica como la investigación de los conceptos, teorías, acciones y principios básicos de razonamiento que impelen al individuo a actuar, permitiendo su clasificación y análisis para un mejor entendimiento de sus efectos en la vida en sociedad. Por tanto, el fundamento epistemológico en el que descansa el IM se basa sobre todo en la construcción de teorías que den cuenta del origen de los fenómenos complejos partiendo del hecho que el quid del IM, en su sentido más popperiano, consiste en construir y analizar modelos sociales en términos descriptivos o nominalistas, es decir, en términos proposicionales de las expectativas, actitudes y de las relaciones de los individuos[85].

 

La noción de libertad desde el método

 

          El IM no implica en absoluto el supuesto de omnipotencia o libertad total de los individuos, donde las diversas situaciones del fenómeno complejo llamado sociedad es resultado de las prácticas de individuos cuyo actuar limitado favorece el actuar de los mismos individuos. Los individuos no actúan en forma separada, sino que estos interactúan, es decir, que las más de las veces actúan en respuesta a las acciones de otros, tanto por cuanto, decir que las interacciones sociales y sus productos son el resultado de acciones individuales es señalar la existencia un efecto causal más no determinado, donde la sociedad es entendida como el resultado de acciones individuales. Resultado constituido la más de las veces por los efectos no intencionados de un gran bagaje de acciones individuales y que a su vez erigen las instituciones humanas. La libertad del individuo no es total y está limitada por a) el comportamiento del otro, b) por las limitaciones de cada uno y c) lo limitado del alcance de nuestro conocimiento, es decir, la libertad de entrada presenta dos restricciones epistemológicas y axiológicas; de falibilidad y de comportamiento. El argumento básico del IM es que no hay otro camino para entender el fenómeno social sino es a través de nuestra comprensión de las acciones individuales en cuanto dirigidas a otra gente y guiadas por un comportamiento esperado[86].   Una diferencia fundamental del IM y las explicaciones de Adam Smith, e. g., radica en que éste último entiende las instituciones como producidas por un efecto exógeno mientras que el primero las explica a lo interno del contexto social, es decir, trata de explicar toda cuestión de lo social como producida por efectos estricta y necesariamente endógenos. Así, las instituciones son entendidas como el punto de equilibrio resultante de repetir infinitamente un comportamiento, donde este equilibrio se configura en el tiempo y surge por descubrimiento en un determinado punto del espacio es, además, entendido como un proceso producido por ensayo y error donde la repetición constante de alguna base comportamental provoca que dicho equilibro se manifieste en el espacio y el tiempo. Entonces una vez generalizado el comportamiento más beneficioso producto de la internalización de este por parte de los individuos, éste se descubre y se convierte en una norma comportamental de tipo adecuado, es decir, los individuos producen dicho equilibro sin haberlo considerado[87], entre sus muchas formas de manifestar una única base comportamental, un punto de equilibrio o eso que llamamos instituciones. Por tanto, no son juicios de valor los que el IM estudia, estos solamente cumplen la función de mediación en tanto que generan bases comportamentales y son estas las que se hacen objeto de estudio. Bases entendidas como acciones humanas que se repiten en una escalada determinada en el tiempo y el espacio que iniciaron en algún momento de la historia y aún sobreviven.

Comentario final

 

          Lo que demuestra este breve e incompleto repaso es algo que quizá debería haber sido obvio desde el principio: a saber, que el término «IM» es una convención aceptada por las ciencias sociales y su estudio plantea actualmente dos obstáculos. El primero ocasionado por el uso que otras disciplinas hacen de dicho método. El segundo, surge del estudio de sus bases históricas.  Aceptar que el término «IM» tiene distintos significados y más importante aún si ¿todos ellos debemos entenderlos como legítimos? es una cuestión que requiere urgente atención. Incluso si pudiéramos encontrar una definición del IM moderno que integrara a todas las disciplinas que hacen uso del método, todavía nos enfrentaríamos a un problema difícil. Si se tuvieran que investigar las prácticas y creencias de la época en la que Menger propuso el `Atomismo´, considerado como el fundamento de la versión clásica del IM en su estado más basal, sólo en la medida en que estas prácticas y creencias se parecen, e. g., al subjetivismo hayekiano del IM moderno, el resultado sería una imagen distorsionada. La distorsión sería inevitable porque el IM ha cambiado en contenido, forma y método, más no en su función. Por eso no se estaría respondiendo al pasado tal como existió, sino mirándolo mediante unas coordenadas que no le corresponden. Esto significa que debemos evitar registrar el pasado en busca de ejemplos comparativamente similares del IM moderno respetando el modo en que las generaciones anteriores se aproximaron a la naturaleza del comportamiento humano aceptando que, incluso aunque puede diferir del método moderno, tiene interés porque es parte de la ascendencia epistémica del IM. Además, comparativamente, el IM de la Escuela Austriaca es en tiempos podernos muy diferente a su versión clásica y quizá lo más importante de destacar será que es diametralmente opuesto al método interpretado, criticado y utilizado por la Sociología en sus distintas escuelas aplicando cada una de ellas una versión diferente del método con desiguales implicaciones en donde todas, lejos de calcar el IM, han logrado alejarse de su función principal dando como resultado un método con nombre similar, pero con fundamentos diametralmente opuestos. 

 

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[1] La Escuela Austriaca, tiene poco en común con las escuelas británica y de Lausana. Sus raíces no están en el utilitarismo y no hace mucho uso de las matemáticas y la idea de equilibrio, Cf. LARS UDEHN, Methodological individualism: Background, history, and meaning, 1 vol. (New York: Routledge, 2002), p., 87; Cf. ANTISERI, D., Estudio introductorio¨, en MENGER C., El Método de las Ciencias Sociales, Unión, Madrid 2006, pp.15 y ss.; CUBEDDU, R. (1997). La filosofía de la Escuela austriaca. Madrid: Unión editorial, p. 4 y ss.

[2] Cf. STREISSLER, E.W., ‘The Influence of German Economics on the Work of Menger and Marshall’, pp. 31–68 in B.J. Caldwell (ed.) Carl Menger and his Legacy in Economics, Durham: Duke University Press, (1990), p. 60f

[3] Acerca del principio del subjetivismo UDEHN, op. cit. 49–50, explica: La idea que revolucionó la economía fue que las decisiones individuales sobre qué consumir dependen, no de la utilidad total, sino de su utilidad marginal. Es así como todos los fenómenos de la acción humana se explicaron, en última instancia, como el resultado de la valoración subjetiva del individuo y la elección de los medios. Para un tratamiento más amplio del tema, ver DOLAN, E.G. (ed.) (1976) The Foundations of Modern Austrian Economics, Kansas City: Sheed and Ward; SMITH, B. (1986) ‘Austrian Economics and Austrian Philosophy’, pp. 1–36 in W. Grassl and B. Smith (eds) Austrian Economics, London: Croom Helm; PARSONS, S. (1990) ‘The Philosophical Roots of Modern Austrian Economics: Past Problems and Future Prospects’, History of Political Economy, 22, 295–319; CUBEDDU, op. cit. 23.

[4] Ya en el prefacio a los Principios de Economía, Menger hace la siguiente proclamación: “In what follows I have endeavored to reduce the complex phenomena of human economic activity to the simplest elements that can still be subjected to accurate observation, to apply to these elements the measure corresponding to their nature, and constantly adhering to this measure, to investigate the manner in which the more complex economic phenomena evolve from their elements to definite principles. Cf. MENGER, C. (1871) Principles of Economics, NewYork: New York University Press, 1976, p., 46f

[5] Cf. HAYEK, F.A., (1973) ‘The Place of Menger’s Grundsätze in the History of Economic Thought’, pp. 1–14 in J.R. Hicks and W. Weber (eds) Carl Menger and the Austrian School of Economics, Oxford: Clarendon Press, p.,8; Ibid, (1978) New Studies in Philosophy, Politics, Economics and the History of Ideas, London: Routledge & Kegan Paul, p., 276f. En sus primeros escritos, explica HAYEK. (1973), op. cit, p., 8 y (1978), op. cit., p276f: “Menger propone el método propuesto por Francis Bacon y comúnmente aceptado en las ciencias naturales, el inductivismo como fundamento para su propuesta metodológica, sin embargo, en sus últimos escritos se disocia de Bacon y su fundamento, porque no conduce a leyes exactas. Este es el método atomístico de Menger, que más tarde se conocería como individualismo metodológico”.

[6] Cf. UDEHN, op. cit., 88-89; Lo anterior se puede resumir en dos principios fundamentales. Primero, el hombre económico racional se abstrae de los seres humanos concretos. En segundo lugar, el mercado de las relaciones de intercambio puras se abstrae de la sociedad en la que está integrado por medio del método atomístico, centrado en los individuos; las leyes que rigen el universo de la economía teórica tienen el estado de leyes naturales exactas. Con `natural´, Menger se refiere a una especie de comportamiento espontaneo o instintivo Cf. CUBEDDU, op. cit., p. 50-51.

[7] No se discute que el concepto de lo que implica el Individualismo Metodológico se remonta a Menger, pero el término en sí mismo como expresión pertence a Schumpeter (SCHUMPETER, J.A., (1908) Das Wesen und Hauptinhalt der theoretischen Nationalökonomie, Leipzig: Duncker & Humbolt.) ver CUBEDDU, op. cit., p., 134; Menger puede ser considerado el fundador del concepto `Individualismo Metodológico´, pero no usó este término por sí mismo, él lo llamó `atomismo´, que implica que los fenómenos complejos deben explicarse en términos de sus elementos más simples o partes, es decir, la explicación última de todos los fenómenos económicos es en términos de necesidades, algo atribuible solo a los individuos. Cf. MENGER, 1871, op. cit., p., 193; Cf. UDEHN, op. cit. p., 94

[10] Una idea central y que alimentó grandemente el holismo es el trabajo de J.C. Smuts (Holism and evolution, 1926), explica: Holism is the term here coined (from olos = whole) to designate that whole ward tendency in Nature, this fundamental feature of ‘wholes’ in the universe […] Every organism, every plant or animal is a whole with a certain internal organization and a measure of self-direction, and an individual specific character of its own […] beyond the ordinary domain of biology it applies in a limited sense to human associations like the state, and to the creations of the human spirit in all its greatest and most significant activities. Cf. SMUTS, J.C. (1926) Holism and Evolution, London: Macmillan, 1936. P. 96

[11] Estas son las implicaciones de la afirmación de Emile Durkheim de que la sociedad es sui generis, a este respecto, Udehn  (op. cit., p. 39), explica: “[…] “According to the idea of social holism, society is the highest level of organisation in this hierarchic order. It is supervenient upon, but irreducible to, human individuals and their actions. This is the meaning of Emile Durkheim’s claim that society is sui generis. Actually, however, there are two distinct, though related claims made by Durkheim and by most social holists and both claims can be traced back to German Romanticism.”

[12] Loc. cit. supra. adnot. 8

[13] A este respecto, Menger, describe: Thus, the phenomena of ‘national economy’ are by no means direct expressions of the life of the nation as such or direct results of an ‘economic nation.’ They are, rather the results of all the innumerable individual economic efforts in the nation, and they therefore are not to be brought within the scope of our theoretical understanding from the point of view of the above fiction […]. Whoever wants to understand theoretically the phenomena of ‘national economy,’ those complicated human phenomena which we are accustomed to designating with this expression, must for this reason attempt to go back to their true elements, to the singular economies in the nation, and to investigate the laws by which the former is built up from the latter. But whoever takes the opposite road fails to recognize the nature of ‘national economy.’ He moves on the foundation of a fiction, but at the same time he fails to recognize the most important problem of the exact orientation of theoretical research, the problem of reducing complicated phenomena to their elements. MENGER, C., 1883, Problems of Economics and Sociology, Urbana: University of Illinois Press, 1963, p., 93; Cf. UDEHN, op. cit., 89

[14] Aunque fuera de la Escuela Austriaca, hubo `otros´ economistas        que trataron el tema, dice Udehn (Ibid, p.94), y aclara

que Heinrich Dietzel, leído por los economistas austríacos, se refirió al individualismo como una `premisa´ de la economía social e, indirectamente, como una `suposición metodológica´; término que se aproxima al de `individualismo metodológico´ en la que los fenómenos sociales son causados y constituidos por las acciones de los individuos y estos a su vez, son causados por las necesidades de los individuos.

[16] Loc. cit.

[17] Loc. cit.

[18] Al respecto MISES, 1922 (op. cit., 113) aclara: “All rational action is economic. All economic activity is rational action. All rational action is in the first-place individual action. Only the individual thinks. Only the individual reasons. Only the individual acts. How society arises from the actions of individuals will be shown in a later part of our discussion.

[19] Cf. Ibid., pp. 302, 321f y 43, Esto parece una explicación racionalista de la sociedad, pero Mises no acepta el racionalismo al por mayor, pues rechaza la teoría del contrato social. Empero, que rechace el contrato social no implicaba que rechazase el racionalismo, él mismo en Opus Magnum, Acción Humana, se declara racionalista y Hayek lo acusó precisamente de eso: de ser extremadamente racionalista (J. De León Barbero, com. per.)

[22] Loc. cit.

[23] Cf. MISES, L. von, (1933) Epistemological Problems of Economics, New York: New York University Press, 1976, P., 43

[24] Al respecto, Mises difiere de Schumpeter al sugerir que el individuo es el punto de partida empírico. Para Schumpeter, el individuo fue el punto de partida teórico Cf, UDEHN, op. cit., 109

[25] Cf. Mises, 1933, op. cit., p. 153

[26] Cf. MISES, L. von, (1949) Human Action. A Treatise on Economics, Chicago: Contemporary Books, 1966, p., 42

[28] Cf. MISES, 1949, op. cit. pp. 53 y 145

[30] Mises sostiene desde el IM, que el todo colectivo, determina el curso de los eventos humanos y lo hace porque todo colectivo es solo un aspecto más de las acciones de los individuos y como tal, un determinante el curso de dichos eventos: Cf. MISES, 1949, op. cit., pp. 42-43

[31] Cf. Ibid., pp. 78-80

[32] Ibid., p. 42

[35] Cf. MISES, 1962, op. cit. p. 82.

[36]En esta línea lógica, Mises es menos seguidor de Menger que de Weber, éste último concibió la sociología como una ciencia de la acción. También está de acuerdo con Weber en que la sociología, si bien no en términos de praxeología, es una ciencia auxiliar de la historia o, más bien, parte de ella. Por tanto, a pesar de que Mises criticaba la doctrina de Weber del Verstehen y su noción de tipos ideales, lo que Mises rechazó fue solo la comprensión de Weber de la economía. Mises realmente aceptó la metodología de Weber para los propósitos de la historia. Cf. UDEHN, op cit., p. 113

[37] Una diferencia importante entre Mises y Weber será que, para este último, el subjetivismo está ligado a su idea de sociología interpretativa; la realidad subjetiva es el objeto de la sociología, pero no es necesariamente la única ‘realidad’ social. Para Mises, la realidad subjetiva es la única realidad social. Una consecuencia de esta diferencia es un cambio de énfasis, desde el nivel metodológico en el caso de Weber hasta el nivel ontológico en el caso de Mises. La razón de este cambio de énfasis es, probablemente, que Mises fue influenciado por la fenomenología de Edmund Husserl y Alfred Schutz, Loc. cit.

[38] Cf. MISES, L. von, 1943/4, The Treatment of Irrationality in the Social Sciences, Philosophy and Phenomenological Research, 4, 527–45, p., 530

[39] Loc. cit. supra., p. 11-12

[41] Cf.  MISES, 1949, op. cit. p. 187

[42] Cf. MADISON, G.B. 1990, How Individualistic is Methodological Individualism? Critical Review, 4, 41–60; Cf. LANGE-VON KULESSA, J., 1997, Searching for a Methodological Synthesis Hayek’s Individualism in the Light of Recent Holistic Criticism, The Journal of Economic Methodology, 4, 267–87.

[43] Ver UDEHN, op. cit., 114; Hay otros austriacos, como Murray N. Rothbard (1962; 1979) y Ludwig Lachmann (1969) que han escrito sobre el individualismo metodológico, pero sus discusiones son en gran parte exegéticos y no agregan nada al tema. Aunque trabajos recientes como el de José Antonio Romero (2016) proporciona, quizá, un panorama actual y alternativo al tema, estableciendo una clara diferenciación entre Individualismo Metodológico y Método Compositivo, danto importancia al segundo término y configurándolo como ‘el método’ al que Hayek y la escuela austriaca, en general, se han referido desde su fundación.  

[44] HAYEK, F, von, 1942–4: Scientism and the Study of Society – I–III-. Economica 9, 10 y 11 sucesivamente, (I 267–91), (II, 34–63), (III, 27–39); 1955, The Counter-Revolution of Science. Studies on the Use and Abuse of Reason, New York: The Free Press of Glencoe; A este respecto, HAYEK, (1942–4, p. 286; 1955, p., 37f) explica: ‘It is the ideas which the popular mind has formed about such collectives as ‘society’ or the ‘economic system’, ‘capitalism’ or ‘imperialism’, and other such collective entities, which the social scientist must regard as no more than provisional theories, popular abstractions, and which he must not mistake for facts. That he consistently refrains from treating these pseudoentities as ‘facts’, and that he systematically starts from the concepts which guide individuals in their actions and not from the results of their theorizing about their actions, is the characteristic feature of that methodological individualism which is closely connected with the subjectivism of the social sciences

[45] Loc. cit. supra. adnot. 41

[46] Cf. HAYEK, 1942–4, op. cit., p. 283; 1955, op. cit., 33f

[47] Cf. CALDWELL, B.J., 1988, ‘Hayek’s “The Trend of Economic Thinking”’, pp. 175–8 in M.N. Rothbard and Walter Block (eds) The Review of Austrian Economics, vol. 2, Lexington, MA: Lexington Books, p. 8.

[48]Cf. HAYEK, F. von, 1934: Carl Menger. Economica, New Series, 1, 393–420, p, 405-406. En su desarrollo temprano, especialmente en Weber y Schumpeter, el individualismo metodológico se distinguió claramente del individualismo político, Cf. UDEHN, op. cit., 119. En Mises, esta distinción es totalmente borrosa, pues el individualismo metodológico aparece como algo inseparable de, a veces incluso idéntico a, la doctrina política del liberalismo. Pero Hayek es primero entre los partidarios del individualismo metodológico en tratarlo como parte de un sistema más amplio de ideas, algo así como una visión del mundo, que incluye, o está relacionada con, cierta ideología. En su artículo “Individualismo: verdadero y falso” (1945), Hayek tiene cuidado de distinguir el “verdadero individualismo” de la Ilustración escocesa, y hombres como Alexis de Tocqueville y Lord Acton, del “falso individualismo”, que se origina con René Descartes. Las expresiones más significativas de esta última son la filosofía de la Ilustración francesa, especialmente Jean-Jacques Rousseau, y el radicalismo filosófico inglés de Jeremy Bentham y los dos Mills. El elemento más equivocado del “falso individualismo” es la “teoría del diseño” de las instituciones sociales; la creencia de que la sociedad puede construirse de acuerdo con un plan o plan.

[49] A este respecto, en la actualidad aún se continúa tergiversando el concepto. Para un ejemplo claro: “El programa de investigación detrás del homo oeconomicus es el propio de la teoría política liberal y el surgimiento de las libertades individuales, tanto como de la economía mercantilista e industrial y de la libre movilidad del trabajo. Sus postulados son propios de una época particular y atraviesan una manera específica de entender la sociedad como suma de individualidades en relación o conflicto”. Cf.

[51] Cf. HAYEK, F. von, (1948): Individualism and Economic Order, Chicago: Henry Regnery, 1972.p. 47, 52, 12f, n 18f

[52] Cf. Ibid., p. 252

[53] La Contra-Revolución de Ciencia consiste en tres partes: (1) ‘cientificismo y el estudio de la sociedad’, publicado por primera vez en Económica, 1942-4, (2) ‘La Contra-Revolución de la Ciencia’, publicado por primera vez en Económica, 1941 y (3) ‘Comte and Hegel’, publicado originalmente en Measure, 1951.

[54] Desde su fundación con Carl Menger, toda la evolución del IM parece más una consecuencia lógica contra el carácter mecanicista y nomotético que había cobrado la economía en la teoría clásica, en su búsqueda de establecerse como una física social.

[55] Cf. HAYEK, 1942–4, op. cit., p. 277f; 1955, op. cit. p. 26f

[56] El subjetivismo de Hayek deriva, según Udehn (op. cit.,, p. 115), en gran parte, de la visión filosófica de la escuela austríaca pero también de la hermenéutica y la fenomenología alemanas.

[57] Cf. HAYEK, 1942-4, op. cit., pp.  278 y 281f; 1955, op. cit., pp. 27 y 31

[58] Cf. HAYEK, 1942–4, op. cit., p.  283f; 1955, op. cit., p. 34

[59] Cf. HAYEK, 1942-4, op. cit., p 284f; 1955, op. cit., p 36

[60] HAYEK, 1942-4, p. 276; 1955, p. 25

[61] HAYEK, 1942-4, p. 287, 1955, p. 39

[62] Ver UDEHN, op. cit., 117–118: A este respecto, Hayek explica: “The way in which footpaths are formed in a wild broken country is such an instance. At first everyone will seek for himself what seems to him the best path. But the fact that such a path has been used once is likely to make it easier to traverse and therefore more likely to be used again; and thus, gradually more and more clearly defined tracks arise and come to be used to the exclusion of other possible ways. Human movements through the region come to conform to a definite pattern which, although the result of deliberate decisions of many people, has yet not been consciously designed by anyone. This explanation of how this happens is an elementary ‘theory’ applicable to hundreds of particular instances (…) It makes no difference for our present purpose whether the process extends over a long period of time as it does in such cases as the evolution of money or the formation of language, or whether it is a process which is constantly repeated anew as in the case of the formation of prices or the direction of production under competition”; Este ejemplo muestra la huella de Menger en la metodología de Hayek. Es un intento de ilustrar el análisis `exacto´ y `atomístico´ de las instituciones sugerido por Menger en Problems of Economics and Sociology ver Loc. cit. adnot 9,18

[65] HAYEK [1948] 1972, p. 6 

[66] Loc. cit.

[68] Cf. UDEHN, L. 2002, Methodological individualism: Background, history, and meaning, 1 vol. New York: Routledge, p. 38.

[69] La nueva metodología austríaca, que trazó las acciones de mercado a las acciones de los individuos, se conoció como en `atomismo´. Señaló que los fenómenos económicos, descansaban inequívocamente en las decisiones, preferencias y valoraciones subjetivas de los individuos. Cf. UDEHN, Op. Cit. 2002, p. 87

[70] Carl Menger (1840-1921) puede ser considerado el fundador del `individualismo metodológico´, pero, como John Stuart Mill (1806-1873), no usó este término por sí mismo, él lo llamó atomismo, lo que significa que los fenómenos complejos deben explicarse en términos de sus elementos más simples o partes, es decir, la explicación última de todos los fenómenos económicos es en términos de necesidades, algo atribuible solo a los individuos. Cf. MENGER, C. (1871). Grundsätze der volkswirthschaftslehre, Vol. 1. W. Braumüller, p. 193; UDEHN, Op. Cit. 2002, p. 94

[71] Cf. NOGUERA, J. 2012, Grupo de Sociología Analítica, and Diseño Institucional, “Qué es el individualismo metodológico,” La Era de la Individuación, p. 8.

[72] Cf. CUBEDDU, R. 1997, La filosofía de la escuela austriaca (Madrid: Unión Editorial), p. 41; Cf. MENGER, C. (1883). Untersuchungen über die methode der socialwissenschaften: und der politischen oekonomie insbesondere. Duncker & Humblot, p. 43.

[73] Cf. Ibid, p. 33.

[74] A la reforma de la ciencia económica, asiste William Stanley Jevons (1835-1882), León Walras (1834-1910) y Carl Menger, quienes elaboraron la teoría conocida como marginalismo o teoría de la utilidad marginal, con ella, inauguran, especialmente Menger, la tradición económica teórica, pero sobre todo a la naciente ciencia social teórica. Con la cuestión: ¿de qué depende el valor de una mercancía?, se inaugura en la práctica lo que Menger definió como: “Leyes de fenómenos […], […] carentes de excepciones” (Cf. CUBEDDU, Op. Cit. p. 41), es decir, “leyes exactas aplicadas a los fenómenos sociales”; Cf. MENGER, Op. Cit.1883 p. 17.

[75] En términos kantianos, la cualidad estética de IM consiste en la relación sintiente con el ‘reconducir’ de la historia, donde dicho ‘sentir de la reconducción’ se expresa en la apreciación (sea del consumo, de la utilidad y de la valoración en los hechos sociales conformados por acciones subjetivas de corte genético) y preferencia a ciertos hábitos y costumbres.  Además, de su enfoque ético, en que se afirma una cierta igualdad moral de todas las costumbres, así como su aporte a la filosofía de la cultura (todo vínculo cultural, por necesidad, indica una correspondiente estructura de instituciones) que se funda en un sentimiento de pertenencia y relación con un conjunto en el que casi siempre, se pueden reconocer los objetos materiales, el individuo y lo espiritual, en síntesis, una institución.

[76] La unidad cognitiva por excelencia del método es el concepto Individuo. El cual se describe como: a) el hombre es un individuo; b) es un ser evolutivo; c) es un ser creador de normas y tradiciones; d) su racionalidad es limitada; f) su libertad individual es negativa, y g) los hombres son naturalmente desiguales. Para ampliar este tema consultar VERGARA E. J. (2009). La concepción del hombre de Friedrich Hayek. Revista de filosofía, 65, 161-176.

[77] Uno de los puntos crípticos de diferenciación entre las ciencias sociales y la sociología radica en que el segundo concibe que el IM sólo aplica contextos extensionales, Cf. NOGUERA, Op. Cit. 2012, p. 9. Caso contrario, el primero parte de los contextos intencionales como contenidos proposicionales, es decir, parte de las creencias o deseos, de los gustos y preferencias de los individuos y de cómo estos definen y moldean, sin siquiera buscarlo, el fenómeno de la vida en sociedad.

[78] Para algunos autores como ALBERT, S., y WHETTEN, A. (1985, Organizational identity. Research in organizational behavior) el IM es una forma de reducción del comportamiento de los individuos en su expresión más atomística, es decir, se llega a considerar, sobre todo por la sociología, que el IM concibe el actuar de los individuos como aislados de otros, algo carente de sentido, pues desde la Escuela Austriaca se concibe el actuar de los individuos como estrecha e íntimamente relacionados con el de sus pares, e. g., llega incluso a comparar la teoría de Leibniz de las monadas con la de los átomos de Maupertus y las extrapola con el individuo.

[79] Método que crea entidades supra individuales y que trata como reales a las instituciones y a la sociedad misma, negando que haya cosas tales como los individuos y las acciones de los individuos”; Cf. UDEHN, Op. Cit. 2002, p. 112. Para el estudiar el problema de la aplicación de ambiguación de lo social como hipóstasis y objeto de estudio ver HEDSTRÖM, P. 2005, Dissecting the social: On the principles of analytical sociology. Cambridge: Cambridge University Press, pp. 73-75

[80] La idea del mundo social propuesta por la doctrina de la evolución emergente es la del universo como un orden jerárquico de diferentes niveles, donde cada nivel surgido es irreductible al nivel inmediatamente inferior, es decir, que la sociedad y sus fenómenos jamás podrán ser reconducidos a los elementos que lo componen, a saber, los individuos y sus acciones. Para un tratamiento más profundo sobre el uso del IM y su crítica por parte del emergentismo en sociología ver SAWYER, R. 2001 Emergence in sociology: Contemporary philosophy of mind and some implications for sociological theory. American journal of sociology, 2001, vol. 107, no 3, p. 551-585; 2005, Social emergence: Societies as complex systems. Cambridge University Press; KING, A. 2007, Why I am not an Individualist. Journal for the Theory of Social Behaviour, 2007, vol. 37, no 2, p. 211-219; GREVE, J. 2012, Emergence in sociology: A critique of nonreductive individualism. Philosophy of the Social Sciences, vol. 42, no 2, p. 188-223.

[81] Muchos autores sostienen que el IM se limita únicamente a la acción del individuo, no considerando el efecto de interacción, algunos de los autores que van en esta línea son: ELSTER, J., 1982, “The case for methodological individualism,” Theory and society 11, no. 4; WRIGHT, E., LEVINE, A. & SOBER, E., 2003. Marxism and methodological individualism. In Derek Matravers & Jonathan E. Pike (eds.), Debates in Contemporary Political Philosophy: An Anthology. Routledge, in Association with the Open University.

[82] Al reducir, más allá del nivel del individuo y sus propiedades (ver pie de página 9) estaríamos rebasando los criterios de pertinencia y relevancia propios del IM de la Escuela Austriaca.

[83] Dicho método postula que todos los ¨agentes¨ sociales, tienen objetivos o funciones que no pueden ser reducidos a creencias, actitudes y acciones de los individuos que conforman la sociedad.

[84] WATKINS, J., 1955. Methodological individualism: a reply. Philosophy of science, vol. 22, no 1, pp. 58-62.

[85] POPPER, K. 1957. The propensity interpretation of the calculus of probability, and the quantum theory, p. 136

[86] HAYEK, F., (1946) 2009. Individualismo: verdadero y falso. Unión Editorial.

[87] Contrario el caso que propone SOLOW (R., 1974, Intergenerational equity and exhaustible resources. The review of economic studies, vol. 41, p. 29-45), él considera que la norma se origina en una especie de lógica egoísta la cual, luego que se consigue cierta conciliación de intereses logra establecerse universalmente. Esta es la más común propuesta que la tradición contractualista concibe, contraria a la tradición subjetiva que interpreta el fenómeno institucional como producto espontáneo y no de designio humano, es decir, de origen natural.

 

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